Antes de empezar, una disculpa. No he escrito ningún artículo durante las últimas tres semanas. He tenido demasiada faena, pero ya he vuelto. Para compensar, hoy os dejo el "Los hombres tienen nombre" de hace dos semanas; mañana escribiré sobre el piloto de la semana pasada y el jueves tocará analizar al de esta semana. El viernes la sección seguirá con su ritmo habitual. Gracias por esperar.
La veteranía, esa época. Todos los seres humanos llegan tarde o temprano a una edad en la que aún no hay que jubilarse pero tampoco se puede dejar de trabajar. Es entonces cuando se dice que la persona tiene experiencia. En la vida diaria, los trabajadores que tienen experiencia pueden conseguir dos cosas: o un asiento permanente en una empresa decente o una jubilación anticipada mediante la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo. Los pilotos experimentados también pueden experimentar la misma sensación, aunque todo depende mucho del equipo y de la categoría en la que compitan. Nuestro piloto de hoy ha cumplido 39 años recientemente, y lo ha hecho con vitalidad, listo para mostrar su valía una vez más y demostrar que no está acabado.
La veteranía, esa época. Todos los seres humanos llegan tarde o temprano a una edad en la que aún no hay que jubilarse pero tampoco se puede dejar de trabajar. Es entonces cuando se dice que la persona tiene experiencia. En la vida diaria, los trabajadores que tienen experiencia pueden conseguir dos cosas: o un asiento permanente en una empresa decente o una jubilación anticipada mediante la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo. Los pilotos experimentados también pueden experimentar la misma sensación, aunque todo depende mucho del equipo y de la categoría en la que compitan. Nuestro piloto de hoy ha cumplido 39 años recientemente, y lo ha hecho con vitalidad, listo para mostrar su valía una vez más y demostrar que no está acabado.
Giancarlo Fisichella nació en Roma en 1973. En una época en la que los pilotos italianos estaban muy bien considerados, empezó dando sus primeros pasos en el mundo del karting. Después de competir en campeonato cadete y de ganar el Trofeo de la Industria en 1990, destacó en la categoría de Fórmula K al año siguiente: subcampeón europeo, tercero en el Campeonato de Hong Kong y decimonoveno en la Copa del Mundo (a una carrera). Pero solo pudo ser trigésimo en el Campeonato del Mundo de Fórmula K, y en 1992 repitió campeonato; acabó vigesimonoveno y cambió de categoría al ver que no mejoraba su situación. La categoría Super A fue la última en su etapa en el karting, y consiguió dos clasificaciones destacadas: subcampeón de la Copa del Mundo en 1993 y quinto en el Campeonato de Europa en 1994.
Al mismo tiempo Fisichella entraba en la Fórmula 3 italiana, compaginando carreras, un hecho habitual en aquella época. Ya ganó una carrera en su primera temporada, la de 1992, en la que acabó en la octava posición con el equipo Jolly Club. El equipo se pasó a llamar RC Motorsport en 1993, año en el que Fisichella finalizó tercero en la F3 transalpina, después de sumar dos victorias y cuatro podios; además, participó en las dos carreras urbanas de F3 más conocidas: salió desde la pole position y acabó segundo en Mónaco, mientras que en Macao tuvo que abandonar. Pero en 1994 llegó el despegue de la carrera del piloto italiano: ganó la F3 italiana, con 11 victorias, 11 pole position y 17 podios. Logró dos pole también en Mónaco (victoria) y Macao (abandono), mientras que en el Masters de Zandvoort acabó noveno.
A partir de ahí, la carrera del romano fue en aumento. Pero al principio parecía que se iba a dedicar a los turismos, disciplina en la que los pilotos italianos eran muy buenos. En los dos años en los que fue piloto oficial de Alfa Romeo, coincidió con hombres de la talla de Alessandro Nannini, Nicola Larini, Michele Alboreto, Stefano Modena, Fabrizio Giovanardi y Gabriele Tarquini. En 1995 acabó decimoquinto en el DTM y décimo en el ITC (Campeonato Internacional, donde sumó un podio), además de probar para el equipo Minardi. Fisichella subió al podio seis veces en 1996, sin ganar ninguna carrera; también debutó en Fórmula 1 con Minardi, logrando un octavo puesto en Canadá como mejor resultado. Pero a mitad de temporada el equipo lo reemplazó por Giovanni Lavaggi, que traía un maletín bajo el brazo.
Al año siguiente, Fisichella se marchó al equipo Jordan, donde se hizo un nombre y empezó a aparecer en las agendas de los jefes más influyentes. En su primera temporada completa, la de 1997, hizo dos podios (tercero en Canadá y segundo en Bélgica) y finalizó en la octava posición a pesar de puntuar en seis carreras. Benetton vio en el piloto italiano una opción de futuro y le fichó para 1998. Los cuatro años de Fisichella en Benetton se pueden calificar de extraños y de irregulares. Dos segundas posiciones (Mónaco y Canadá) y una pole position en Austria fueron el bagaje de un buen primer año, en el que acabó noveno. Repitió posición en 1999, aunque puntuó menos y solo subió al podio una vez (segundo en Canadá). Fue sexto en el año 2000, puntuando cinco veces pero subiendo en tres al podio (un segundo y dos terceros).
Los resultados empeoraron en 2001. Con un coche muy poco competitivo, puntuó en tres carreras pero logró el último podio del equipo Benetton, siendo tercero en Bélgica por detrás de Michael Schumacher y de David Coulthard. Al final, acabó en la undécima posición y decidió volver a Jordan. El equipo irlandés empezaba a estar de capa caída y el piloto italiano no pudo conseguir grandes logros. Tres quintos puestos fueron su estadística en 2002, mientras que en 2003 ganó en Brasil, en una carrera afectada por la lluvia. Además de recibir el trofeo de ganador dos semanas más tarde de lo previsto (en un principio el vencedor fue Kimi Räikkönen) poco más tuvo su actuación en Jordan: undécimo en 2002 y duodécimo en 2003, superando siempre a sus compañeros de equipo.
Después de caer bajo en su segunda etapa en Jordan, Giancarlo Fisichella renació de sus cenizas. Buscando resultados, se marchó a Sauber en 2004 y la jugada le salió bien: sumó más puntos y fue más constante, rodando entre la sexta y la décima posición, acabando undécimo (y abandonando solo en una ocasión). En las tres temporadas de Fisichella en Renault le costó igualar el ritmo de sus compañeros de equipo, tanto de Fernando Alonso como de Heikki Kovalainen. Y eso que los resultados fueron buenos: quinto en 2005, con una victoria y tres podios; cuarto en 2006, con una victoria y cinco podios; y octavo en 2007, puntuando de forma constante. También contribuyó a las victorias del Renault en el Campeonato de Constructores en los dos primeros años, coincidiendo con los títulos de Alonso.
Force India (la enésima restructuración de Jordan) necesitaba a un piloto de la experiencia de Fisichella para desarrollar su monoplaza y fichó al italiano para la temporada 2008. El primer año fue difícil, ya que el coche era el peor de la parrilla con diferencia. De hecho, su mejor resultado fue una décima posición obtenida en el Gran Premio de España, en una carrera caótica. 2009 fue mejor. El equipo indio obtuvo más experiencia gracias a la colaboración de McLaren y al motor Mercedes, que había heredado el puesto de Ferrari. Fisichella rodó en la zona media hasta Bélgica, donde salió desde la pole position y acabó segundo, por detrás de Kimi Räikkönen. Sustituyó a Luca Badoer en Ferrari en las últimas cinco carreras, pero los resultados no fueron buenos, ya que el coche no se desarrolló. Fisichella acabó en la decimoquinta posición.
Desde entonces sigue siendo piloto de Ferrari, pero ahora conduce un coche de Gran Turismo. Los dos últimos años, además de ser probador del equipo de Fórmula 1, ha pilotado para AF Corse en las Le Mans Series. Formó equipo con Jean Alesi y el piloto de GT Toni Vilander en 2010: el trío fue subcampeón de la categoría de GT2, sumando una segunda y dos terceras posiciones; también fueron cuartos en su categoría en las 24 horas de Le Mans y séptimos en el Petit Le Mans. Y en 2011 Fisichella tuvo en Gianmaria Bruni a un muy buen compañero. Los dos italianos ganaron las Le Mans Series en la categoría de GTE Pro, sumando dos victorias. Formando trío con Vilander en Europa y con Pierre Kaffer en América ganaron en el Petit Le Mans, fueron segundos en las 24 horas y quintos en las 12 horas de Sebring.
Esta temporada, Fisichella no tardará en subirse a un vehículo. Además de seguir siendo un buen piloto de GT para Ferrari, el piloto romano pilotará en la i1 Super Series, una nueva categoría creada en la India. Tres pilotos (uno internacional y dos indios, o dos internacionales y un indio, depende del equipo) representarán a una ciudad y competirán para ganar dos millones de dólares. Los pilotos indios más conocidos son Armaan Ebrahim y Parthiva Sureshwaren, que han competido en la Fórmula 2, y el ex Fórmula 1 Karun Chandhok. Pero entre los internacionales figuran nombres como los de Jean Alesi, Heinz-Harald Frentzen, Mika Salo, Jacques Villeneuve y Vitantonio Liuzzi (todos ellos ex Fórmula 1), Pippa Mann (piloto de IndyCar), Neel Jani y Mathias Lauda (ex de la GP2).
Así pues, a Giancarlo Fisichella no se le ha acabado la gasolina ni mucho menos. Dice una leyenda urbana que un piloto pierde tres décimas por cada hijo que tiene. Fisichella tiene tres y todavía no ha perdido velocidad. Quizás sería difícil verle en un Fórmula 1, pero no descarten verle arriba en las 24 horas de Le Mans y en las carreras de resistencia en las que compita.
Y mañana en "Los hombres tienen nombre", Kimi Räikkönen, el hombre inexpresivo.
Al mismo tiempo Fisichella entraba en la Fórmula 3 italiana, compaginando carreras, un hecho habitual en aquella época. Ya ganó una carrera en su primera temporada, la de 1992, en la que acabó en la octava posición con el equipo Jolly Club. El equipo se pasó a llamar RC Motorsport en 1993, año en el que Fisichella finalizó tercero en la F3 transalpina, después de sumar dos victorias y cuatro podios; además, participó en las dos carreras urbanas de F3 más conocidas: salió desde la pole position y acabó segundo en Mónaco, mientras que en Macao tuvo que abandonar. Pero en 1994 llegó el despegue de la carrera del piloto italiano: ganó la F3 italiana, con 11 victorias, 11 pole position y 17 podios. Logró dos pole también en Mónaco (victoria) y Macao (abandono), mientras que en el Masters de Zandvoort acabó noveno.
A partir de ahí, la carrera del romano fue en aumento. Pero al principio parecía que se iba a dedicar a los turismos, disciplina en la que los pilotos italianos eran muy buenos. En los dos años en los que fue piloto oficial de Alfa Romeo, coincidió con hombres de la talla de Alessandro Nannini, Nicola Larini, Michele Alboreto, Stefano Modena, Fabrizio Giovanardi y Gabriele Tarquini. En 1995 acabó decimoquinto en el DTM y décimo en el ITC (Campeonato Internacional, donde sumó un podio), además de probar para el equipo Minardi. Fisichella subió al podio seis veces en 1996, sin ganar ninguna carrera; también debutó en Fórmula 1 con Minardi, logrando un octavo puesto en Canadá como mejor resultado. Pero a mitad de temporada el equipo lo reemplazó por Giovanni Lavaggi, que traía un maletín bajo el brazo.
Al año siguiente, Fisichella se marchó al equipo Jordan, donde se hizo un nombre y empezó a aparecer en las agendas de los jefes más influyentes. En su primera temporada completa, la de 1997, hizo dos podios (tercero en Canadá y segundo en Bélgica) y finalizó en la octava posición a pesar de puntuar en seis carreras. Benetton vio en el piloto italiano una opción de futuro y le fichó para 1998. Los cuatro años de Fisichella en Benetton se pueden calificar de extraños y de irregulares. Dos segundas posiciones (Mónaco y Canadá) y una pole position en Austria fueron el bagaje de un buen primer año, en el que acabó noveno. Repitió posición en 1999, aunque puntuó menos y solo subió al podio una vez (segundo en Canadá). Fue sexto en el año 2000, puntuando cinco veces pero subiendo en tres al podio (un segundo y dos terceros).
Los resultados empeoraron en 2001. Con un coche muy poco competitivo, puntuó en tres carreras pero logró el último podio del equipo Benetton, siendo tercero en Bélgica por detrás de Michael Schumacher y de David Coulthard. Al final, acabó en la undécima posición y decidió volver a Jordan. El equipo irlandés empezaba a estar de capa caída y el piloto italiano no pudo conseguir grandes logros. Tres quintos puestos fueron su estadística en 2002, mientras que en 2003 ganó en Brasil, en una carrera afectada por la lluvia. Además de recibir el trofeo de ganador dos semanas más tarde de lo previsto (en un principio el vencedor fue Kimi Räikkönen) poco más tuvo su actuación en Jordan: undécimo en 2002 y duodécimo en 2003, superando siempre a sus compañeros de equipo.
Después de caer bajo en su segunda etapa en Jordan, Giancarlo Fisichella renació de sus cenizas. Buscando resultados, se marchó a Sauber en 2004 y la jugada le salió bien: sumó más puntos y fue más constante, rodando entre la sexta y la décima posición, acabando undécimo (y abandonando solo en una ocasión). En las tres temporadas de Fisichella en Renault le costó igualar el ritmo de sus compañeros de equipo, tanto de Fernando Alonso como de Heikki Kovalainen. Y eso que los resultados fueron buenos: quinto en 2005, con una victoria y tres podios; cuarto en 2006, con una victoria y cinco podios; y octavo en 2007, puntuando de forma constante. También contribuyó a las victorias del Renault en el Campeonato de Constructores en los dos primeros años, coincidiendo con los títulos de Alonso.
Force India (la enésima restructuración de Jordan) necesitaba a un piloto de la experiencia de Fisichella para desarrollar su monoplaza y fichó al italiano para la temporada 2008. El primer año fue difícil, ya que el coche era el peor de la parrilla con diferencia. De hecho, su mejor resultado fue una décima posición obtenida en el Gran Premio de España, en una carrera caótica. 2009 fue mejor. El equipo indio obtuvo más experiencia gracias a la colaboración de McLaren y al motor Mercedes, que había heredado el puesto de Ferrari. Fisichella rodó en la zona media hasta Bélgica, donde salió desde la pole position y acabó segundo, por detrás de Kimi Räikkönen. Sustituyó a Luca Badoer en Ferrari en las últimas cinco carreras, pero los resultados no fueron buenos, ya que el coche no se desarrolló. Fisichella acabó en la decimoquinta posición.
Desde entonces sigue siendo piloto de Ferrari, pero ahora conduce un coche de Gran Turismo. Los dos últimos años, además de ser probador del equipo de Fórmula 1, ha pilotado para AF Corse en las Le Mans Series. Formó equipo con Jean Alesi y el piloto de GT Toni Vilander en 2010: el trío fue subcampeón de la categoría de GT2, sumando una segunda y dos terceras posiciones; también fueron cuartos en su categoría en las 24 horas de Le Mans y séptimos en el Petit Le Mans. Y en 2011 Fisichella tuvo en Gianmaria Bruni a un muy buen compañero. Los dos italianos ganaron las Le Mans Series en la categoría de GTE Pro, sumando dos victorias. Formando trío con Vilander en Europa y con Pierre Kaffer en América ganaron en el Petit Le Mans, fueron segundos en las 24 horas y quintos en las 12 horas de Sebring.
Esta temporada, Fisichella no tardará en subirse a un vehículo. Además de seguir siendo un buen piloto de GT para Ferrari, el piloto romano pilotará en la i1 Super Series, una nueva categoría creada en la India. Tres pilotos (uno internacional y dos indios, o dos internacionales y un indio, depende del equipo) representarán a una ciudad y competirán para ganar dos millones de dólares. Los pilotos indios más conocidos son Armaan Ebrahim y Parthiva Sureshwaren, que han competido en la Fórmula 2, y el ex Fórmula 1 Karun Chandhok. Pero entre los internacionales figuran nombres como los de Jean Alesi, Heinz-Harald Frentzen, Mika Salo, Jacques Villeneuve y Vitantonio Liuzzi (todos ellos ex Fórmula 1), Pippa Mann (piloto de IndyCar), Neel Jani y Mathias Lauda (ex de la GP2).
Así pues, a Giancarlo Fisichella no se le ha acabado la gasolina ni mucho menos. Dice una leyenda urbana que un piloto pierde tres décimas por cada hijo que tiene. Fisichella tiene tres y todavía no ha perdido velocidad. Quizás sería difícil verle en un Fórmula 1, pero no descarten verle arriba en las 24 horas de Le Mans y en las carreras de resistencia en las que compita.
Y mañana en "Los hombres tienen nombre", Kimi Räikkönen, el hombre inexpresivo.