martes, 30 de agosto de 2011

Los hombres tienen nombre: Ramón Piñeiro

Como ya se sabe, llegar a la Fórmula 1 no es fácil. El piloto que quiera llegar a la máxima expresión del automovilismo deportivo no solo tiene que demostrar sus dotes al volante de cualquier vehículo, sino que también debe llegar con un maletín en la mano, sea en forma de patrocinador o respaldado por una multinacional de su país. En los últimos años se ha visto como pilotos de cierto talento se han quedado sin asiento por culpa de la falta de dinero, o de un sponsor importante que ayude económicamente a su equipo.

Tanto Pedro Martínez de la Rosa en Sauber el año pasado como Nick Heidfeld este 2011 en Renault han sido despedidos por el mismo motivo: no lograr los resultados esperados (es decir, no ser los líderes destacados del equipo en cuestión) y no tener un patrocinador que les cubriera las espaldas. De la Rosa fue sustituido por el propio Heidfeld, mientras que el alemán dejó su asiento a Bruno Senna, que traía bajo el brazo el dinero del Banco Cruzeiro do Sul y de la compañía de telecomunicaciones Embratel. Su compañero de equipo, Vitaly Petrov, cuenta con el apoyo del fabricante Lada y de varias empresas rusas de renombre, ya que su padre es amigo íntimo del ex presidente Vladimir Putin.

Entre los demás pilotos, Pastor Maldonado está respaldado por PDVSA, la petrolera nacional de Venezuela, propiedad de Hugo Chávez. Sergio Pérez tiene el apoyo de empresas como Telmex, la compañía de telecomunicaciones más grande del mundo, y otros pequeños patrocinadores mejicanos. La marca de automóviles Tata financia las carreras de los dos pilotos indios de la parrilla, Karun Chandhok y Narain Karthikeyan. Jérôme d'Ambrosio cuenta con la ayuda de la televisión belga y del Real Automóvil Club de su país. De forma más modesta, Vitantonio Liuzzi y Adrian Sutil sobreviven gracias a pequeños patrocinadores: desde una marca de materiales para la arquitectura y una de ropa para el italiano, hasta una empresa de helados y otra de GPS por parte del alemán. Y luego encontramos el caso del piloto de hoy.

Nacido en Barcelona en 1991, Ramón Piñeiro ha lanzado una iniciativa curiosa en su intento por llegar a la Fórmula 1. El karting se le dio bien, ya que llegó a ser campeón de Madrid y subcampeón de España y de Italia. Después de varios años, el piloto catalán tuvo que buscarse la vida al no tener ningún patrocinador que le respaldara. En 2007 logró una beca de BMW, por ser uno de los mejores en una academia de selección organizada por la marca alemana. Esa beca le permitió participar en la primera temporada de la Fórmula BMW europea en 2008.

El año de debut en monoplazas no fue del todo mal. Enrolado en el equipo británico Fortec Motorsport, uno de los más destacados en diversas categorías inferiores, la campaña estuvo marcada por la irregularidad. Desde el punto de vista de los resultados las estadísticas no son buenas, ya que Piñeiro finalizó el año en la vigésima posición final. Pero hubo ciertos episodios de mérito: logró las dos pole position en Silverstone, aunque las carreras no fueron demasiado bien (vigesimoprimero y decimoctavo). Su mejor resultado fue un octavo puesto bajo la lluvia de Spa, donde además hizo la vuelta rápida.

Sin embargo, las cosas no mejoraron en exceso al año siguiente. Comenzó el año con el equipo FMS (posterior Coloni), con el que consiguió dos undécimas posiciones y varios puntos. Las tres últimas carreras las corrió en el equipo Motaworld Racing, logrando una octava posición en Valencia como mejor actuación de la temporada. Aunque puntuó en más ocasiones, lo hizo en las posiciones de menos puntos y por ello solo pudo ser decimonoveno en la clasificación final. Parecía que la carrera de Piñeiro se iba a estancar, pero participó en las dos últimas citas de la Fórmula Palmer Audi. Salió de Silverstone con un séptimo puesto y un accidente espectacular en la última de las tres carreras. Pero puntuó en las tres carreras de Snetterton, donde sumó un decimotercer puesto, un quinto y un tercero.

Caja Madrid, que le había apoyado en 2009, siguió patrocinándole en 2010, año en el que Ramón Piñeiro decidió irse a Inglaterra y correr la Fórmula Palmer Audi. La decisión fue acertada: desde el principio el piloto de Barcelona estuvo en el grupo de cabeza y acabó siendo candidato a luchar por el campeonato. Comenzó con varios podios, hasta que la victoria llegó en Croft en el mes de octubre (y por partida doble), donde salió desde la pole position en una de las carreras. En la última cita en Silverstone también ganó dos veces, acompañando las victorias con una pole position y una vuelta rápida. Al final, 11 podios le dejaron en el tercer puesto absoluto.

Además de la temporada en Inglaterra, corrió en algunas carreras como piloto invitado. El equipo West-Tec le permitió correr en la cita del Jarama puntuable para el European F3 Open (el antiguo Campeonato de España de Fórmula 3). Piñeiro logró un undécimo y un décimo puesto, lo que le valió dos cuartas posiciones en la Copa F306. Y también estuvo en la última cita de la Fórmula 2, celebrada en el circuito Ricardo Tormo. Después de un decimoquinto puesto en la primera carrera logró ser décimo en la segunda, igualando el mejor resultado de algunos pilotos que habían competido toda la temporada.

De cara a la temporada 2011, Ramón Piñeiro se quedó sin patrocinador y decidió crear I'm Possible, un movimiento que consiste la esponsorización del piloto. El piloto catalán pide el apoyo de la gente, para que dé cantidades de dinero que oscilan de 7 a 1000 euros, a cambio de diferentes productos como camisetas, gorras, chalecos y un descuento en dichos productos. También ha hecho vídeos de promoción de su movimiento con varias personas de importancia en el mundo del motor, como Ángel Nieto, Toni Elías, Nani Roma o Marc Coma, entre otros. También se puede apoyar a Piñeiro a través de un SMS.

En cuanto a la temporada en la Fórmula 2, los resultados están llegando en las últimas carreras. En la primera carrera de Spa Piñeiro hizo la pole position y la vuelta rápida pero solo pudo acabar séptimo. Las cosas se han disparado en los dos últimos certámenes: un segundo puesto y un primero en Brands Hatch, y dos victorias el pasado fin de semana en el Red Bull Ring; tres victorias consecutivas, junto con una vuelta rápida y una pole position, que le han hecho escalar hasta el tercer puesto en la clasificación.

La iniciativa de Ramón Piñeiro es arriesgada. Nada que no tenga que ver con el mundo del automovilismo de élite, donde a veces hay que poner la carne en el asador. Y no solo en la pista, también fuera de ella. Puede que no logre su propósito, pero al menos el piloto español ha conseguido su objetivo: tirarse a la piscina. De ahí solo puede esperar a ver si está llena o vacía. Mientras tanto, 2526 personas ya se han convertido en "possiblers" en la web http://www.movimientoimpossible.com/. Con una iniciativa nueva y buena llevada a cabo gracias a Internet, Ramón Piñeiro sigue su camino en la Fórmula 2, buscando llegar a lo más alto, o cuanto menos acercarse.

Y el viernes en "Los hombres tienen nombre", Tommy Rustad, un veterano lince noruego con ganas de dar mucha guerra.

domingo, 28 de agosto de 2011

Una ayuda de las marcas nunca viene mal: repaso World Series by Renault 2011

Las World Series by Renault son una de las principales canteras del automovilismo mundial. 18 pilotos que han pasado por esta categoría han llegado a la Fórmula 1, con mayor o menor éxito. Creada en 1998 con el nombre de Open Nissan, la marca japonesa fue la que comenzó administrando motores de 2 litros para unos coches con chasis Coloni. Al principio la mayoría de las carreras se celebraban en España, aunque con el paso del tiempo el campeonato se fue haciendo más internacional. En 2002, Dallara empezó a suministrar el chasis, hecho que se ha mantenido hasta el día de hoy y el motor pasó a ser un V6 que entregaba 370 caballos de potencia. Renault creó la Eurocopa V6, que usaba el mismo motor que la Fórmula Nissan, y que fue telonera del Europeo de Turismos (ETCC) y del FIA GT en los fines de semana de motor organizados y televisados por Eurosport.

Nissan finalizó su contrato de suministro de motores después de la temporada 2004. Entonces Renault juntó la Fórmula Nissan con la Eurocopa V6, creando las World Series by Renault. Bajo el amparo de la marca del rombo hay tres categorías: la Fórmula 3.5 (conocida como World Series), la Eurocopa 2.0 y la Eurocopa Mégane.

La Fórmula 3.5 vivió una batalla a tres bandas muy apretada la pasada temporada. Mikhail Aleshin ganó el campeonato en la última carrera, bajo la lluvia de Montmeló. A falta de una vuelta y media adelantó a su rival, Daniel Ricciardo, que trompeó en el último giro al intentar alcanzar a Aleshin. El ruso ganó con dos puntos de ventaja sobre el australiano. Pero 15 puntos por detrás acabó el argentino Esteban Guerrieri. Guerrieri ganó las dos carreras en Silverstone, pero fue descalificado de la primera por haber tapado el motor con cinta aislante. La decisión fue polémica: si la victoria hubiera contado Guerrieri sería el campeón, al empatar a puntos con Aleshin, pero con siete victorias por las tres del piloto ruso.

Este año 2011 la pelea por el título volvía a quedar abierta. Enrolado en el equipo ISR, Ricciardo era el máximo favorito, debido a la marcha de Aleshin a la GP2 y de Guerrieri a las Indy Lights. Pero también había otros candidatos, como el equipo Gravity-Charouz Racing, propiedad de Renault, con Jan Charouz y Brendon Hartley; o el equipo Fortec Motorsport, con experiencia en Gran Bretaña, y su piloto estrella, el estadounidense Alexander Rossi; o el todopoderoso Carlin, equipo de dos hombres fuertes como son Jean-Eric Vergne y Robert Wickens. Incluso salían en las quinielas equipos como EPIC Racing (el antiguo Epsilon Euskadi), P1 Motorsport, campeón con Giedo van der Garde en 2008; International DracoRacing, que hizo el doblete en 2009 o Tech 1 Racing, el mejor de los equipos en 2007, 2008 y 2010.

La primera cita de la temporada tuvo lugar en Motorland Aragón, a mediados del mes de abril. Y las cosas empezaron bien para el equipo Fortec, ya que César Ramos lograba una de las pole position y un cuarto puesto, mientras que Alexander Rossi ganó la primera carrera y fue segundo en la segunda, colocándose líder del campeonato. Rossi, Robert Wickens y el francés Nelson Panciatici (KMP Racing) estuvieron en el primer podio. La segunda carrera la ganó Kevin Korjus (Tech 1), prometedor piloto estonio que ganó la Eurocopa 2.0 en 2010. Rossi y el español Albert Costa (EPIC) completaron el cajón.

Spa-Francorchamps fue el segundo escenario de la temporada, y en el circuito belga, los hombres del equipo Carlin demostraron su superioridad: Robert Wickens y Jean-Eric Vergne se alternaron las victorias y las segundas posiciones. Wickens ganó por delante de Vergne y de Costa el sábado. El domingo, Vergne se impuso a Wickens y a Chris van der Drift (Mofaz Racing), ya recuperado del grave accidente que sufrió en la Superleague Formula la temporada pasada, en el que se fracturó varias costillas y el tobillo derecho.

Después de un doble abandono en Bélgica, Kevin Korjus volvió a encontrar la senda de la victoria en Monza, en una de las carreras que sirvió como telonera del Mundial de Turismos. El estonio ganó la primera carrera, seguido de Vergne y el ruso Daniil Move (P1 Motorsport), uno de los veteranos del campeonato. Daniel Ricciardo, que no había empezado la temporada con el equipo ISR hizo el triplete en la segunda cita del fin de semana, por delante de Rossi y Vergne. Ricciardo demostró su buen estado de forma haciendo un segundo triplete consecutivo en Mónaco, convirtiéndose en el primer piloto que gana dos años seguidos en una categoría inferior en el Principado. Robert Wickens y Brendon Hartley le acompañaron en el podio.

Precisamente fue Wickens quien se puso líder después de la cita de Nürburgring. Junto al canadiense subieron al podio Ricciardo y Korjus. La segunda carrera se vio afectada por la lluvia, y las distintas estrategias revolucionaron el panorama. Al final, Korjus, que salía último, consiguió la victoria, seguido de Wickens y de Fairuz Fauzy (Mofaz Racing), piloto de GP2 que ha vuelto para las últimas carreras a las World Series, categoría en la que fue subcampeón el año 2009.

Hungaroring albergó la última cita antes del parón veraniego. Jean-Eric Vergne se recuperó de dos fines de semana nefastos y se impuso en las dos carreras, yendo a las vacaciones con el liderato bajo el brazo. Alexander Rossi y el español Sergio Canamasas (BVM-Target) subieron al podio en la primera carrera; Canamasas no pudo aprovechar su pole position en la segunda carrera, siendo cuarto por detrás de Vergne, Albert Costa y Adam Carroll (P1 Motorsport), piloto de GP2 que sustituyó al lesionado Walter Grubmüller. Wickens solo pudo sumar un quinto y un séptimo lugar, quedando cuatro puntos por detrás de Vergne en la clasificación.

Después de las vacaciones, Silverstone era el escenario donde los monoplazas de la Fórmula 3.5 se volvían a reunir. Y en el circuito británico, Robert Wickens volvió a hacer una demostración de poderío. El canadiense ganó las dos carreras desde la pole position y se fue con una cómoda ventaja en la clasificación (34 puntos) respecto a su compañero de equipo Jean-Eric Vergne, que es el único piloto que le podrá disputar el título. El francés no lo hizo bien: caló el coche en la primera carrera, donde acabó duodécimo después de remontar. En la segunda cita, no tuvo un buen ritmo pero pudo salvar los muebles y finalizar en la cuarta posición. Wickens, Ricciardo y Rossi ocuparon el primer podio; Wickens, Ricciardo y Nathanaël Berthon (compañero de Ricciardo en ISR), el segundo.

Wickens es el líder con 198 puntos, seguido de Vergne, que tiene 164. La lucha por la tercera posición también está apretada: Ricciardo ocupa dicho puesto con 125 puntos, seguido de Costa con 120, Korjus con 118 y Rossi con 116. En el campeonato por equipos, Carlin ya es campeón matemáticamente, ya que es líder con más de 200 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, ISR. Solo tres puntos por detrás de ISR se encuentra Fortec Motorsport, con EPIC y Tech 1 pisándole los talones. P1 Motorsport, Gravity-Charouz, Mofaz, KMP y BVM ocupan la zona media. DracoRacing es la gran decepción, solo está por delante de Pons Racing y de Comtec Racing, que está haciendo la peor temporada con diferencia; su mejor resultado es un decimotercero y ninguno de sus dos pilotos se ha acercado a la zona de puntos.

Las World Series by Renault son el fruto de muchos años de trabajo, por parte de Adrián Campos primero y de la marca francesa después. De hecho, la Fórmula 3.5 se ha convertido en un escalón casi obligatorio en la lucha por llegar a la Fórmula 1. Varios pilotos de la actual parrilla, como Sebastian Vettel, Jaime Alguersuari o Pastor Maldonado han pasado por esta fórmula, y Fernando Alonso, Heikki Kovalainen y Robert Kubica la han ganado. Las World Series continuarán durante un tiempo, rivalizando con otras categorías como la GP2 que también sirven como catapultas para llegar a lo más alto.

viernes, 26 de agosto de 2011

Los hombres tienen nombre: Benoît Tréluyer y Loïc Duval

Los pilotos europeos lo tienen fácil cuando es el momento de elegir una categoría en la que competir. Hay muchas categorías en Europa donde se puede correr, y no tiene por qué ser al volante de un monoplaza: los coches de resistencia y los turismos son otras opciones muy deseadas. Si nadie abre sus puertas, el segundo destino ideal es Estados Unidos. Hay muchos pilotos europeos en América, tantos que han desplazado en importancia a los propios americanos en la mayoría de las competiciones, excepto en la NASCAR.

20 pilotos han sido campeones en cualquier categoría de las American Le Mans Series en las tres últimas temporadas; solo 7 de ellos eran estadounidenses. Y el último campeón americano de la IndyCar fue Sam Hornish júnior (actual piloto de NASCAR) en 2006.  El tercer destino donde un piloto europeo puede competir decentemente, aunque menos conocido, es Japón. Precisamente hoy vamos a hablar de dos pilotos occidentales, concretamente franceses, que han encontrado en Asia el éxito que no tuvieron en Europa.

Aunque compitan para marcas diferentes, Benoît Tréluyer y Loïc Duval tienen muchas cosas en común.

Benoît Tréluyer nació en 1976 en Alençon, un municipio de la región de Normandía, al norte del país. Después de empezar haciendo motocrós, se pasó a los karts con 14 años. Su primera competición en el mundo de los monoplazas fue el Campus de la Fórmula Renault francesa, en el que fue undécimo en 1995. Acto seguido pasó a las Fórmula Renault gala, en las filas del equipo Rencar: acabó décimo en 1996 y sexto en 1997, con una victoria en cada año.

Firmó con el equipo Signature en 1998, año en el fue noveno en la Fórmula 3 francesa, firmando una pole position. Sus primeros éxitos llegaron en 1999. Logró dos victorias y diez podios en la Fórmula 3 francesa, donde acabó tercero. Además, participó en tres prestigiosas carreras: ganó el Gran Premio de Pau, haciendo el triplete (pole position, vuelta rápida y victoria), finalizó tercero en el Gran Premio de Corea (por detrás de Darren Manning y de Jenson Button) y no acabó en Macao por culpa de un accidente múltiple. Sin posibilidades de llegar a la Fórmula 3000, Tréluyer decidió irse a Japón, siguiendo los pasos de otros pilotos de su país y cambiando el rumbo de su carrera deportiva.

Empezó su trayectoria en la Fórmula 3 nipona, en la que consiguió ganar una carrera en el año 2000, acabando quinto a final de temporada. Ese mismo año, fue cuarto en el Masters de Zandvoort, de nuevo con el equipo francés Signature. Dominó la Fórmula 3 en 2001, ganando el campeonato con 16 victorias. Y también participó en sus primeras carreras del campeonato GT japonés (futuro Super GT) logrando su primer podio. Como piloto oficial del equipo Dome (Honda), corrió también en las carreras de Fórmula 3 más importantes: segundo en Macao (detrás de Takuma Sato), tercero en Corea y vigesimocuarto en el Masters (aunque salió segundo).

Tréluyer alternó el campeonato GT y la Fórmula Nippon en 2002, un hecho bastante habitual, tanto en los pilotos japoneses como en los extranjeros. Aunque era el nuevo piloto oficial de Nissan el francés no brilló, ya que participó en 8 carreras y sumó un punto en cada campeonato. También pilotó un Chrysler Viper en las 24 horas de Le Mans, con el que acabó en tercera posición en la categoría GTS, junto con sus compatriotas Jonathan Cochet y Jean-Philippe Belloc.

Por su parte, Loïc Duval nació en 1982 en Chartres, una ciudad situada también al norte de Francia. Después de destacar en el mundo del kart, en 2002 empezó en los monoplazas participando en el Campus de la Fórmula Renault francesa, que ganó con autoridad, con 9 victorias y 13 podios en su haber.

2003 fue un buen año para Benoît Tréluyer. Ya como piloto a tiempo completo, el de Alençon fue segundo en la Fórmula Nippon, con dos victorias (Fuji y Mine) en su haber; y cuarto en el japonés de GT, junto con su compañero Yuji Ide, con otras dos victorias. Loïc Duval ganó el campeonato de la Fórmula Renault 2.0 francesa el año de su debut, con 4 pole position y 4 victorias, en la estructura del equipo Graff Racing. La victoria en esta fórmula le permitió entrar en el programa de desarrollo de pilotos, creado por Renault para ayudar a los pilotos a llegar a la Fórmula 1.

En 2004, Tréluyer acabó cuarto en la Nippon, con dos victorias más, en un campeonato en el que los cuatro primeros estuvieron separados por tres puntos. Pero el año fue discreto en el campeonato de GT, donde finalizó sexto junto a Ide, con una sola victoria. Y volvió a Le Mans, siendo cuarto con el Pescarolo oficial, junto a Soheil Ayari y Erik Comas. Duval entró en el equipo Signature y empezó en la Fórmula 3 Euroseries, donde logró dos podios y finalizó duodécimo. En cuanto a las carreras de un día, fue decimocuarto en el Masters, octavo en el Superprix de Baréin y abandonó en Macao.

Tréluyer no hizo una buena temporada en 2005. Solo pudo ganar una carrera (su único podio del año) y ser sexto en la Fórmula Nippon. Y en el nuevo Super GT tampoco pudo hacer un buen papel, ya que acabó undécimo, logrando un solo podio en su último año con Ide. Duval siguió en la Fórmula 3 Euroseries y finalizó sexto con cinco podios; y destacó en las grandes carreras de Fórmula 3: fue décimo en el Masters y sexto en Macao, donde hizo la pole position y la vuelta rápida. A pesar de todo, Duval fue expulsado del programa de Renault e hizo las maletas en dirección a Japón.

Las trayectorias de los dos pilotos franceses se unieron en 2006, con Benoît Tréluyer en el equipo Impul, uno de los principales de Nissan, y Loïc Duval en Nakajima Racing, equipo oficial de Honda. Tréluyer ganó la Fórmula Nippon esa temporada, en la que consiguió cuatro victorias; Duval fue el mejor piloto de Honda, pero acabó cuarto, aunque con dos victorias. En cuanto al Super GT, ambos pilotos ganaron una vez: Tréluyer en los 1000 kilómetros de Suzuka (con Kazuki Hoshino y Jérémie Dufour) y Duval en la última carrera en Fuji (junto a Hideki Mutoh, que se iría a la IndyCar americana). Tréluyer acabó octavo y Duval fue undécimo. Loïc Duval también compitió con el equipo francés de A1GP, logrando cuatro podios en seis carreras y ayudando al equipo galo a finalizar cuarto en la clasificación final.

El año de las desilusiones para ambos fue 2007. Tréluyer acabó subcampeón de la Fórmula Nippon, un punto por detrás de su compañero Tsugio Matsuda. Matsuda acabó todas las carreras y el francés pagó sus tres retiradas. Duval subió al podio cuatro veces pero no ganó, y finalizó en la sexta posición. Respecto al Super GT, Tréluyer solo logró dos podios y fue decimotercero, pero Duval ganó en Fuji y acabó subcampeón, con el brasileño Fabio Carbone. Tréluyer participó en las 24 horas de Le Mans, siendo decimotercero en el Pescarolo oficial, junto a Christophe Tinseau y al suizo Harold Primat. Duval disputó buena parte de la temporada de A1GP, sumando una victoria y siete podios; Francia volvió a ser cuarta.

2008 marcó un cambio. Tréluyer fue octavo en la Fórmula Nippon y solo consiguió un podio. Duval ganó dos carreras e hizo seis podios y acabó subcampeón, aunque acabó lejos de Matsuda. Tréluyer encaminó sus esfuerzos en ganar el Super GT, que logró con tres victorias y con un nuevo compañero, Satoshi Motoyama, ya en el equipo oficial Nismo. Duval también estrenó compañero, Katsuyuki Hiranaka, pero los resultados no llegaron (un único podio) y fue décimo. Ambos franceses participaron en Le Mans: Tréluyer fue séptimo con el Pescarolo (haciendo equipo con Tinseau y Primat) y Duval acabó octavo con el Oreca (junto a Soheil Ayari y Laurent Groppi); Duval también fue sexto en los 1000 kilómetros de Nürburgring, con Ayari y Stéphane Ortelli; y sumó dos podios en la A1GP, para que Francia finalizara en quinta posición.

La Fórmula Nippon vio un duelo entre los dos franceses en 2009. Duval venció en cuatro carreras y en el campeonato de forma holgada, mientras Tréluyer empezó ganando pero cedió y se tuvo que conformar con el subcampeonato. El año triunfal de Duval en la Nippon contrastó con su horrible temporada en el Super GT, en el que solo logró una pole position, siendo decimosexto con Yuki Nakayama. Tréluyer sumó dos victorias con Motoyama y acabaron terceros en la general. En cuanto a las carreras de resistencia, Duval logró, con Nicolas Lapierre, un segundo y un tercer puesto en las dos carreras de 500 kilómetros de Okayama; Tréluyer volvió a Le Mans, pilotando un Peugeot 908 cedido para el equipo Pescarolo junto a Simon Pagenaud y Jean-Christophe Bouillon, pero abandonaron después de un accidente en boxes.

En 2010, Duval no pudo revalidar el título de la Fórmula Nippon, y fue tercero con dos victorias. Pero el piloto de Chartres, que volvió a cambiar de compañero (Takashi Kogure) y también de equipo (dejó Nakajima Racing por Weider Racing), se resarció ganando el campeonato Super GT, con una victoria en Okayama. La jugada no le salió bien a Tréluyer, que había dejado la Fórmula Nippon para centrarse en las carreras de resistencia, tanto en Asia como en Europa. El francés acabó séptimo con dos podios, pero sin victorias.

Tanto Benoît Tréluyer (en el equipo Audi oficial) como Loïc Duval (con el Peugeot del equipo Oreca) participaron en varias carreras de resistencia en 2010. Duval fue quinto en las 8 horas de le Castellet, haciendo equipo con Didier André y Soheil Ayari, y abandonó en los 1000 kilómetros de Spa, donde condujo con sus compañeros en las 24 horas: Nicolas Lapierre y Olivier Panis. Tréluyer, por su parte, acabó duodécimo en Spa y sexto en el Petit Le Mans en Road Atlanta. Ya en las 24 horas, Tréluyer fue segundo (con Marcel Fässler y André Lotterer), mientras que Duval abandonó a falta de una hora por problemas de motor.

Esta temporada el duelo continúa. En las carreras de resistencia, las cosas han acabado en empate. Repitiendo trío con Panis y Lapierre, Duval ganó las 12 horas de Sebring, acabó décimo en Spa y fue quinto en las 24 horas. Tréluyer también repitió terceto, junto con Fässler y Lotterer. Y aunque en Spa solo pudieron lograr una duodécima posición, en Le Mans fueron el único Audi superviviente; pero todo funcionó a la perfección y ganaron, con solo 13 segundos de ventaja sobre el Peugeot más cercano.

De vuelta en Japón, ambos pilotos se han centrado en el Super GT. Duval y Kogure han ganado en Sepang y el pasado fin de semana en los 1000 kilómetros de Suzuka, y se encuentran segundos en la clasificación, detrás de Masataka Yanagida y Ronnie Quintarelli. Tréluyer y Motoyama ganaron en Fuji y son terceros. Pero los dos pilotos franceses ya han abandonado en dos ocasiones, mientras que Yanagida y Quintarelli han puntuado en todas las carreras.

Aunque Europa tiene muchas categorías, no todos los jefes de equipo valoran el talento de algunos pilotos. Y también faltan volantes, ya que no hay suficientes categorías para todos. Benoît Tréluyer y Loïc Duval son dos buenos ejemplos de pilotos que no pudieron triunfar y se fueron lejos de casa. Y después volvieron como pilotos de élite. Hay historias que acaban peor.

Y el martes en "Los hombres tienen nombre", Ramón Piñeiro y el movimiento "I'm Possible".

martes, 23 de agosto de 2011

Los hombres tienen nombre: Robert Wickens

"Somos una empresa y no estamos en la Fórmula 1 para ganar, sino para vender productos". Esa es la filosofía de Red Bull, en palabras de su presidente, Dietrich Mateschitz. Sin embargo, esas palabras contrastan con la exigencia del programa de jóvenes pilotos de la marca. Dicho programa es tan exigente con los pilotos que entran en él que deja poco margen para el error. Desde su creación en 2001, 12 pilotos han conseguido llegar a la Fórmula 1. Y solo uno ha seguido todos los pasos: Sebastian Vettel es el único hombre que fue patrocinado en las categorías inferiores, llegó a Toro Rosso y de ahí pasó a Red Bull, donde ha triunfado.

El problema es que a veces Red Bull es demasiado exigente con algunos pilotos. Cuando estos son despedidos, se corre el riesgo de que el piloto se toma una pequeña "revancha" y gane a un piloto del programa. En 2010 Mikhail Aleshin, que fue expulsado del programa el año anterior, ganó las World Series by Renault después de luchar durante la temporada con Daniel Ricciardo, ex compañero en Red Bull. Y este año las cosas van por el mismo camino, ya que el hombre del que hablamos hoy también se marchó por la puerta de atrás y está ganando a dos pilotos del programa.

Nacido en Toronto en 1989, Robert Wickens es la gran promesa canadiense en las competiciones de monoplazas. No empezó a correr en karts hasta los 12 años pero desde el principio demostró su talento y aptitudes al volante. Ganó el campeonato de karts propiedad del piloto Ron Fellows en tres categorías diferentes. También ganó pruebas del campeonato júnior canadiense y carreras en el conocido circuito de Mosport. Las primeras carreras en monoplazas llegaron en el año 2005, cuando Wickens, encuadrado en el equipo Apex Racing USA, fue tercero en la Fórmula BMW estadounidense, sumando dos victorias y cinco podios. También participó en la final mundial, celebrada en el circuito de Baréin, en la que acabó sexto después de salir en la vigesimoséptima posición.

2006 fue un año importante para el canadiense. Siguió en la Fórmula BMW americana con el mismo equipo, y la experiencia dio sus frutos. Wickens ganó el título en un campeonato apretado. Solo logró tres victorias, pero subió al podio en la mitad de las carreras y fue más regular que sus rivales. En la final mundial, disputada en Valencia, no pudo igualar su resultado anterior, ya que acabó en el octavo puesto. Además de ganar el campeonato, Wickens disfrutó de invitaciones a algunas carreras. En el mes de mayo participó en la prueba de Nürburgring de la Fórmula BMW alemana, pero su actuación fue discreta, ya que solo pudo lograr una decimoséptima y una  decimotercera posición. Volvió a Nürburgring en agosto: esta vez la Eurocopa 2.0 le esperaba. Pero de nuevo se quedó atrás, decimoctavo y decimoséptimo.

Al no ver salida en Europa, decidió quedarse en Estados Unidos, concretamente en el Campeonato Atlántico, telonero de la Champ Car. Firmó con el equipo Forsythe, uno de los punteros, y también empezó su relación con Red Bull, que le incluyó en su programa de jóvenes pilotos. La temporada 2007 no le fue nada mal,  acabó tercero en el campeonato y ganó en Portland a pesar de ser un debutante. También fue invitado por el equipo Carlin a dos citas de las World Series by Renault, donde logró un séptimo puesto como mejor resultado. Durante el invierno corrió para el equipo canadiense de A1GP. Una victoria y cinco podios fueron un buen bagaje, que dejó a Canadá en la novena posición final.

Robert Wickens tuvo que dividir esfuerzos en 2008, en una decisión extraña tomada por Red Bull. El equipo Carlin confió en él para competir en las World Series, pero los resultados no fueron los esperados. Wickens ganó una carrera, en Silverstone, y consiguió tres terceros puestos al final de año, pero puntuó muy poco y acabó duodécimo en el campeonato. Al mismo tiempo, participó en la mitad de las citas de la Fórmula 3 Euroseries con el equipo Signature-Plus, firmando un segundo puesto en Norisring y una victoria en Le Mans, para ser decimoquinto a final de temporada.

En 2009 Wickens se inscribió en el campeonato de Fórmula 2, que renació de sus cenizas. El piloto de Toronto ganó las dos pruebas en Valencia y se colocó al frente. Pero aunque sumó otros cuatro podios no volvió a ganar y se tuvo que conformar con el subcampeonato. En cuanto a las invitaciones, estuvo en cuatro carreras de la Fórmula 3 Euroseries, sumando un séptimo puesto como mejor resultado; fue tercero en Hockenheim en una prueba de la Fórmula 3 británica y acabó cuarto en la prueba de Mosport del Campeonato Atlántico. Pero los 51 puntos de distancia respecto a Andy Soucek en la Fórmula 2 pesaron como una losa y Red Bull decidió echarle del programa de jóvenes pilotos.

Fuera de la estructura de Red Bull, Robert Wickens tomó un paso arriesgado en 2010. Decidió participar en la primera temporada de la GP3, una nueva competición creada como "cantera" para la GP2, con el equipo irlandés Status Grand Prix. Y dentro de la igualdad lo hizo bien, ya que subió al podio siete veces (tres victorias y cuatro segundos puestos) y acabó subcampeón de la categoría. Su mejor victoria fue en Spa, donde lideró la carrera de principio a fin a pesar de hacer un trompo bajo el diluvio con neumáticos de seco.

Este año 2011, Wickens ha vuelto a las World Series by Renault, de nuevo bajo el cobijo del equipo Carlin. Pero mientras su compañero Jean-Eric Vergne corre con los colores de Red Bull al formar parte del programa de jóvenes pilotos, el piloto de Toronto lleva los colores del equipo Virgin de Fórmula 1, ya que su patrocinador es la marca de coches Marussia, co-propietaria de Virgin. El campeonato es una lucha entre el francés y el canadiense. Justo antes de las vacaciones Vergne se fue líder gracias a sus dos victorias en Hungaroring (152 puntos) por delante de Wickens (148), que solo pudo sumar un quinto y un séptimo puesto en Hungría. Pero este fin de semana las cosas se han invertido en Silverstone. Vergne ha sumado una cuarta posición, mientras que Wickens lograba dos victorias que le han puesto cómodamente por delante en la clasificación (198 puntos por 164 de Vergne).

Por segundo año consecutivo, un piloto de Red Bull puede perder las World Series by Renault ante un ex piloto del programa. De momento, nos conformaremos con ver en acción a Robert Wickens, el mejor piloto canadiense de monoplazas desde Jacques Villeneuve y el hombre que puede demostrar que se puede renunciar a la ayuda de Red Bull para entrar en la Fórmula 1.

Y el viernes en "Los hombres tienen nombre", Loïc Duval y Benoït Tréluyer, dos franceses en el país del Sol Naciente.

lunes, 22 de agosto de 2011

Turismo, política, estrechez y muros: los principales circuitos urbanos (II)

Tras la primera parte, publicada hace un mes y medio, hoy vamos con la segunda parte de esta serie de circuitos urbanos. Los trazados que vamos a comentar serán los que tengan más de cinco años de experiencia, los más importantes en Estados Unidos y todos los españoles.

La Isla de Notre-Dame se creó en 1967, allí se iban a construir los pabellones de la Exposición Universal de Montréal. Gracias a la popularidad de Gilles Villeneuve, en 1978 se inauguró el circuito de la Isla de Notre-Dame, un nombre que se cambió al de "Circuit Gilles Villeneuve" cuando el canadiense murió en 1982. El Gran Premio de Canadá de Fórmula 1 se ha disputado desde entonces, excepto en dos ocasiones: en 1987, cuando las cerveceras Labatt y Molson se disputaron en los juzgados el patrocinio legal; y en 2009, año en el que no se garantizó la viabilidad económica de la carrera. También se celebra el Gran Premio de Montréal, en el mes de agosto. La Fórmula Atlantic organizó la cita entre 1978 y 2006, y la Champ Car también le acompañó entre 2002 y 2006. Desde 2007, la Nationwide Series, la NASCAR canadiense y la Copa Rolex de resistencia han sido las categorías principales de dicho Gran Premio.

Oporto fue una de las primeras grandes ciudades en probar suerte con un circuito en sus calles. La primera carrera realizada data del año 1931 y se disputó en los alrededores de la Avenida da Boavista, la más larga de la ciudad. En 1950 el trazado se reconfiguró y durante la década se realizaron diversas pruebas de carácter nacional e internacional. La Fórmula 1 también forma parte de la historia del Circuito da Boavista, ya que el Gran Premio de Portugal se celebró allí en 1958 y 1960. Tras muchos años de ostracismo, las instituciones municipales revivieron el circuito en 2005, con la celebración de un evento de coches históricos. Desde entonces cada dos años se celebra el Gran Premio de Oporto, que además de coches históricos acoge la prueba portuguesa del Campeonato Mundial de Turismos.

Albert Park es un parque situado a tres kilómetros del centro de Melbourne. El Gran Premio de Australia se celebró allí en 1953 y 1956. Pero cuando el circuito de Adelaida dejó de ser la sede del Gran Premio por no ser lo suficientemente seguro, Melbourne revivió el circuito y decidió organizar la carrera, trasladándola del mes de noviembre al mes de marzo. Desde 1996, el circuito, que bordea el lago del parque, ha permanecido en el calendario, casi siempre como primera prueba de la temporada. La V8 Supercars también organiza una carrera anual en el mismo fin de semana. El circuito puede catalogarse como semiurbano, ya que la mayoría de curvas tienen escapatorias de hierba o de grava.

Entre 1990 y 2004 Vancouver, la gran ciudad del oeste de Canadá, fue la sede de una carrera de Champ Car, acompañada por el Campeonato Atlántico y la Indy Lights. La carrera se celebraba en septiembre, pero en sus últimos años de existencia pasó a organizarse a finales del mes de julio, alrededor del principal salón de la Exposición Universal de 1986. La carrera tuvo dos trazados distintos, aunque de longitud similar: el primero se utilizó entre 1990 y 1997, mientras que el segundo estuvo activo entre 1998 y 2004. Se convirtió en un clásico del calendario, pero también fue polémico, ya que se hicieron muchos debates sobre si la presencia de la carrera mejoraba o empeoraba la imagen que daba la ciudad. Al Unser júnior (4), Michael Andretti y Paul Tracy (3 cada uno) fueron los pilotos más victoriosos en este trazado.

El circuito urbano más conocido de Sudamérica está situado en la ciudad balneario de Piriápolis, en Uruguay. Este trazado no permite muchos errores, ya que los muros están muy cerca y se utilizan otras calles como escapatorias. La primera edición se celebró en 1994, con carreras de turismos y la Fórmula 3 sudamericana como cabeza de cartel. Volvió a celebrarse entre 1996 y 2003 y desde 2006 lo hace de forma ininterrumpida. La Fórmula 3 se fue en 2001 pero volvió en 2009, compartiendo escenario con la Fórmula Vee y la Fórmula Chevrolet. En cuanto a los turismos, se han organizado carreras con coches antiguos de Superturismo y de la categoría de Turismo Libre, e incluso carreras de escarabajos.

Otra gran ciudad que tuvo la oportunidad de organizar carreras en sus calles fue Wellington. La famosa Wellington 500 se celebró entre 1985 y 1996, y tuvo muchos cambios de trazado durante su existencia. Los turismos fueron los únicos coches que rodaron en esta pista, en una carrera que no puntuó para ningún campeonato pero que contó con el apoyo del público y un gran número de inscripciones de pilotos europeos, australianos y neozelandeses. En 1987, el Mundial de Turismos disputó una de sus citas en la ciudad, con victoria para los alemanes Klaus Ludwig y Klaus Niedzwiedz al volante de un Ford Sierra. En 2006 se propusieron dos nuevos trazados para revivir la carrera, pero la iniciativa no tuvo éxito.

En Estados Unidos los ayuntamientos de las grandes ciudades encuentran en una carrera urbana una buena manera de darse a conocer. Y más de un alcalde ha podido hacerse ver, aunque no todas las aventuras han tenido un final feliz. El de Long Beach ha sido el Gran Premio de mayor éxito, pero hay muchas más ciudades que han intentado organizar carreras callejeras, siendo Detroit la que más veces lo ha intentado.

Detroit organizó una de las carreras del primer campeonato sancionado por la AAA, en 1905; dicha carrera se disputó en el óvalo de tierra de Grosse Pointe. En otro óvalo de tierra, el de Michigan State Fairgrounds, se corrió en tres etapas: entre 1928 y 1932, desde 1949 hasta 1953 y por última vez en 1957. Entre 1982 y 1991, el Gran Premio de Detroit se corrió en un circuito urbano alrededor del Renaissance Center, un conjunto de rascacielos. La Fórmula 1 permaneció hasta 1988, siendo reemplazada por la CART (antigua Champ Car) los tres últimos años. Belle Isle, un parque de las afueras de la ciudad, albergó la carrera de CART entre 1992 y 2001; la IndyCar regresó a dicho escenario en 2007 y 2008. La crisis económica y sus efectos en la industria automovilística de Detroit provocaron que la cita se cayera del calendario.

Otra ciudad con tradición de carreras en el este de Estados Unidos es Cleveland. La ciudad más conocida del estado de Ohio fue durante 26 años la sede de una carrera tan célebre como curiosa. El Gran Premio de Cleveland se disputó en un circuito formado por las pistas del aeropuerto Burke Lakefront, en las afueras de la ciudad. La CART y su sucesora, la Champ Car, fueron cabeza de cartel entre 1982 y 2007, en una de las pocas carreras que contó con el apoyo unánime de los espectadores y de los equipos. Desde la fusión con la IndyCar la carrera no se ha vuelto a celebrar. Pero se ha especulado con un posible retorno a partir de 2012, igual que con otras ciudades como Detroit o Houston, que ya tuvieron un circuito urbano en su día.

La ciudad de St. Petersburg, en Florida, también ha intentado organizar una carrera en varias ocasiones. El primer circuito se preparó cerca del puerto, y en él se disputaron carreras de Trans-Am entre 1985 y 1990. En 1996 y 1997 la Trans-Am volvió en un segundo circuito situado en los alrededores del estadio Tropicana, usando parte del aparcamiento del mismo. Las carreras no regresaron hasta el año 2003, cuando la Trans-Am y la Champ Car utilizaron una versión modificada del circuito original. Después de suspenderse el Gran Premio en 2004 por culpa de una pelea entre los promotores, en 2005 la IndyCar celebró en St. Petersburg su primera carrera fuera de un circuito ovalado, que se ha mantenido hasta el día de hoy. Entre 2007 y 2009 la American Le Mans Series (ALMS) también programó carreras de resistencia en la ciudad.

Hasta tres circuitos urbanos diferentes se han utilizado en Miami. En el Bayfront Park, situado en el distrito financiero, el IMSA GT, campeonato de coches de Gran Turismo y de prototipos, corrió entre 1983 y 1985; el circuito volvió a la acción en 2002 y 2003, cuando la CART y la ALMS organizaron el Gran Premio de las Américas. Tamiami Park, un parque situado en el área metropolitana de Miami, también tuvo carreras de CART desde 1985 hasta 1988, incluyendo dos Desafíos Marlboro (carrera de estrellas no puntuable). Y alrededor de otro parque del distrito financiero, Bicentennial Park, el campeonato IMSA GT organizó carreras entre 1986 y 1993, además de la primera cita de la CART en la temporada 1995.

Denver, la ciudad más grande y representativa de Colorado, es una de las urbes más importantes del oeste de Estados Unidos que ha intentado montar una carrera en sus calles en más de una ocasión. El óvalo de tierra Centennial Park fue la sede de dos carreras del campeonato de la AAA, en 1951 y 1952. Durante la década de los 90 se produjeron los primeros contactos de Denver con la CART. El Civic Center, un parque situado al sur del distrito financiero albergó dos carreras en 1990 y 1991, ambas con victoria para Al Unser júnior. Y entre 2002 y 2006, una parte del aparcamiento y los alrededores del Pepsi Center (un pabellón multiusos) fueron utilizados como circuito, con dos victorias para Bruno Junqueira y Sébastien Bourdais y una para A. J. Allmendiger.

Otro ayuntamiento que lo intentó pero no llegó a buen puerto fue el de Dallas. La ciudad tejana organizó un Gran Premio de Fórmula 1 en 1984, que pasó a la historia por disputarse bajo un calor sofocante y con un asfalto que se levantaba a trozos. Keke Rosberg ganó, mientras que Nigel Mansell se desmayó intentando empujar su coche sin gasolina hacia la línea de meta con 40º de temperatura ambiente. Desde entonces, la Trans-Am ha organizado el Gran Premio varias veces. En 1988 siguió en el mismo trazado, pero entre 1989 y 1991 se trasladaron a Addison, una ciudad de las afueras de Dallas. Los últimos intentos tuvieron lugar en 1993, 1994 y 1996, cuando se montó un circuito urbano alrededor del Reunion Arena.

El complejo deportivo de Meadowlands, situado en East Rutherford (Nueva Jersey), siguió la moda de la época y también intentó organizar una carrera alrededor de un aparcamiento, concretamente el del Giants Stadium. La carrera prometía desde el principio, pero a pesar de un cambio de circuito los pilotos empezaron a criticar el trazado, igual que los aficionados y los periodistas. Finalmente, el evento se canceló después de la prueba de 1991. Al año siguiente se intentó llevar la carrera a Manhattan, pero no se pudo gracias a las políticas anti-tabaco de David Dinkins, alcalde de Nueva York en esa época. El circuito es uno de los pocos donde han ganado tanto Mario Andretti como su hijo Michael.

En España no han existido muchos circuitos, ya que el automovilismo no ha sido un deporte pujante. Pero han existido algunos intentos de circuitos urbanos en nuestro país, sobre todo en Cataluña y en el País Vasco.

Lasarte, una población de la provincia de Guipúzcoa, albergó varias carreras de renombre en los años 20 y 30. El circuito de Lasarte medía 17 kilómetros y atravesaba varias poblaciones como Hernani, Andoáin o la propia Lasarte. Desde 1923 hasta 1930 organizó el Gran Premio de San Sebastián, fue nombrado Gran Premio de Europa de forma honorífica en 1926 y fue la sede del Gran Premio de España entre 1926 y 1930, y de nuevo entre 1933 y 1935. Pero la proclamación de la Guerra Civil paró todas las actividades y no se volvió a correr, aunque el trazado se utilizó para el Mundial de Ciclismo del año 1965.

El circuito de Montjuïc fue uno de los precursores en cuanto a circuitos urbanos se refiere. La primera competición en esta montaña tuvo lugar en 1932. El Gran Premio Penya Rhin se disputó entre 1933 y 1936. A partir de 1969, Montjuïc albergó el Gran Premio de España en años impares, alternándose con el circuito del Jarama. Los acontecimientos se sucedieron hasta el año 1975, en el que hubo un intento de boicot por parte de los pilotos. En la carrera, Rolf Stommelen perdió el alerón trasero en la recta de meta y se estrelló, provocando la muerte de cuatro espectadores y un fotógrafo. Ese hecho hizo que la Fórmula 1 no regresara a Barcelona. Las 24 horas de motociclismo, que habían empezado a disputarse en 1955, se suspendieron de forma definitiva en 1986, después de una serie de accidentes mortales.

Pedralbes fue el otro gran circuito urbano de la ciudad de Barcelona. Aunque las motocicletas tuvieron su protagonismo, fueron los coches quienes dieron más empuje al circuito del barrio. Dos Grandes Premios de Fórmula 1 se disputaron en el circuito, con victoria para Juan Manuel Fangio en 1951 (que además ganó el título en esa carrera) y Mike Hawthorn en 1954. El Gran Premio Penya Rhin se celebró en 1946, 1948, 1950 y 1954, con coches de Grand Prix los dos primeros años, de Fórmula 1 el tercero y coches de Gran Turismo el último año. El circuito se cerró en 1955, por culpa de las restricciones de seguridad impuestas a raíz del grave accidente de Le Mans de ese mismo año, en el que murieron 84 personas.

En 2005 una ciudad española de tamaño se aprovechó del efecto del automovilismo para crear un nuevo evento. Bilbao fue la sede de una prueba de las World Series by Renault. Las carreras las vencieron pilotos que se han dado a conocer más tarde. En la Fórmula 3.5, Robert Kubica ganó la primera carrera, mientras que la segunda se la llevó Will Power, subcampeón de la IndyCar el año pasado. Y en la Eurocopa 2.0, los ganadores fueron Michael Ammermüller y Adrian Zaugg, dos hombres que pasaron sin mucho éxito por la GP2. La falta de acuerdo entre los políticos obligó a suspender la cita para años posteriores, a pesar de estar contentos con los 140000 espectadores acumulados durante el fin de semana.

Y por último, Valencia. La ciudad del Turia es la sede del Gran Premio de Europa de Fórmula 1 desde el año 2008, cuando se llegó a un acuerdo para hacer posible un segundo GP en España. Sebastian Vettel ha ganado la carrera los dos últimos años. A veces se ha considerado al Valencia Street Circuit como un circuito costoso e innecesario, debido a la cercanía del trazado de Cheste. Pero con el paso del tiempo, Valencia se ha reafirmado como un buen sitio para organizar un fin de semana de Fórmula 1, hasta llegar al punto de rumorearse la marcha de Montmeló del calendario. La batalla por el Gran Premio de España entre Valencia y Montmeló aún no ha acabado.

viernes, 19 de agosto de 2011

Los hombres tienen nombre: Mike Conway

En la década de los años 90, no era difícil ver a pilotos europeos en las mejores fórmulas estadounidenses. Las parrillas de salida estaban ocupadas en su mayoría por pilotos americanos, pero también había europeos y una gran legión de brasileños que iban a Estados Unidos a buscar la suerte que no habían encontrado en Europa; muy pocos habían ganado algún título con anterioridad. Hoy en día sucede justo al revés: hay pocos pilotos estadounidenses dispuestos a correr en monoplaza en los circuitos de su país. El último campeón americano en fórmulas fue Jimmy Vasser en 1996. El hombre del que vamos a hablar es otro ejemplo de piloto que no encuentra el éxito en Europa y decide ir a América. De momento no le ha ido mal, pero podría haber formado parte de la lista negra, la de los caídos por culpa de un accidente.

Nacido en Bromley (Kent) en 1983, Mike Conway es un piloto británico que ha seguido los pasos de algunos de sus compatriotas. Cómo no, comenzó en el karting, donde ganó sus primeros títulos: fue campeón británico junior y de Fórmula A. Su primer año en monoplazas fue 2001, cuando participó en la Fórmula Ford junior, logrando ser sexto, con una victoria y dos podios. También formó parte de las Series Invernales, sumando una victoria en Donington Park; ambos hechos los consiguió en el equipo del ex piloto de Fórmula 1 Martin Donnelly. Ese mismo año, sumó un podio en la Eurocopa Fórmula Ford, estuvo en la parrilla del festival de dicha fórmula, donde abandonó y fue invitado a la última carrera de la Fórmula Ford británica. Al año siguiente compitió en esta categoría, con el equipo Van Diemen. No ganó ninguna carrera pero finalizó cuarto, con seis podios.

Fortec Motorsport fue su equipo durante los siguientes tres años. En 2003 acabó cuarto en la Fórmula Renault 2.0 británica, con una victoria en Snetterton y cinco podios. A finales de temporada, logró dos victorias en las Series Invernales 2.0 y fue segundo, además de ser invitado a la última cita de la Eurocopa 2.0. 2004 fue el año de su primer título en monoplazas. Conway ganó la Fórmula Renault 2.0 británica, con 8 victorias y 16 podios en su haber; también participó como piloto invitado en la cita de Donington Park de la Eurocopa 2.0, con un séptimo puesto en la primera carrera y una victoria en la segunda. Su labor durante el año le permitió ser seleccionado para ser candidato al trofeo de McLaren, Autosport y el BRDC, donde perdió ante Paul di Resta.

Mike Conway siguió unido a Fortec Motorsport en la temporada 2005, cuando debutó en la Fórmula 3 británica. Una victoria y siete podios fueron su bagaje, que le permitió acabar tercero en la clasificación final. Y formó parte de las dos carreras de Fórmula 3, pero con resultados discretos: decimotercero en el Masters y decimocuarto en Macao (con Manor Motorsport). 2006 fue un año importante, en el que dio el paso definitivo hacia la élite del automovilismo. Conway cambió de equipo y se fue a Räikkönen Robertson Racing. El cambio fue bueno ya que ganó la Fórmula 3, sumando diez victorias, diez pole position y 16 podios. Entró en GP2, de la mano del equipo DPR, con el que logró dos undécimas posiciones en la cita de Silverstone. Y aunque abandonó en el Masters, ganó en Macao, hecho que le abrió más puertas. La revista Autosport le dio el trofeo de mejor piloto Nacional del año (como participante en un campeonato británico).

En 2007, Super Nova Racing le contrató para correr en GP2. Pero mientras su compañero Luca Filippi se acostumbró a subir al cajón durante la temporada, Conway sufrió bastante para igualar el ritmo, tanto que solo consiguió un podio (segundo en Silverstone). Finalizó la temporada en la decimocuarta posición. De cara a 2008, se enroló en las filas del equipo Trident Racing. Acabó duodécimo, con ocho carreras en los puntos, incluyendo una victoria en Mónaco. En el Principado formó parte del único doblete de Trident hasta la fecha, ya que Conway ganó por delante de su compañero, el holandés Ho-Pin Tung. Conway también fue probador del equipo Honda de Fórmula 1 durante sus dos años en GP2. Pero el británico, que había probado un IndyCar en agosto, se cansó de esperar e hizo las maletas, rumbo a Estados Unidos.

En la estructura del equipo Dreyer & Reinbold Racing superó a todos sus compañeros de equipo a pesar de ser un debutante, e incluso se permitió el lujo de subir al podio en Infineon, donde fue tercero por detrás de Dario Franchitti y Ryan Briscoe. Pero acabó el año en una discreta decimoséptima posición. Siguió en el mismo equipo en 2010, pero en Indianápolis sufrió un accidente espeluznante. Entrando en la tercera curva, Conway no pudo esquivar el coche de Ryan Hunter-Reay, que se estaba quedando sin gasolina. El británico salió catapultado hacia el muro. En el accidente, se rompió la pierna izquierda y se fracturó una vértebra, lesiones que le impidieron competir en el resto de la temporada. Con sus resultados antes del accidente, finalizó en el vigesimoquinto puesto.

Andretti Autosport dio la sorpresa de la temporada fichando a Mike Conway, plenamente recuperado para la temporada 2011. Conway ganó en Long Beach, gracias a una buena estrategia en boxes. Pero desde entonces el piloto británico no da pie con bola y llegó a no clasificarse para las 500 millas de Indianápolis, la carrera en la que estuvo a punto de perder la vida en 2010. En estos momentos ocupa el decimoséptimo puesto. A pesar de su discreta temporada, hay que valorar el trabajo de Conway. No todos los pilotos europeos que buscan empleo en América tienen suerte. El piloto de Kent tiene trabajo, y en uno de los mejores equipos de la IndyCar. Ahora solo tiene que aprovechar los medios y demostrar a la Fórmula 1 que se equivocó al rechazarle.

Y el martes en "Los hombres tienen nombre", Robert Wickens, otro producto rechazado por Red Bull que se sube a las barbas de la marca austríaca.

jueves, 18 de agosto de 2011

Se busca piloto espectacular: repaso Campeonato Independiente WTCC 2011

Hace seis años, la FIA decidió recuperar el Campeonato Mundial de Turismos para crear un campeonato en el que las marcas pudieran publicitarse, y que también sirviera para que los pilotos más experimentados pudieran seguir compitiendo. Además de la llegada de las marcas, se creó un campeonato para equipos independientes, equipos cliente que compran los coches a dichas marcas. Durante los primeros años, BMW dominó el campeonato independiente con mano de hierro, viéndose interrumpida por dos victorias de SEAT, ambas con Tom Coronel al volante. Coronel ganó con el equipo GR Asia en 2006, y con SUNRED Engineering en 2009. Por su parte, BMW ganó dos veces con Wiechers-Sport (Marc Hennerici en 2005, Stefano D'Aste en 2007) y otras dos con Proteam Motorsport (Sergio Hernández en 2008 y 2010).

Pero las cosas han cambiado. Este año, Chevrolet está dominando el campeonato de pilotos con mano de hierro. Robert Huff ha sumado seis victorias, por las cinco de Yvan Muller y las tres de Alain Menu. En total, doce victorias en catorce carreras. En el campeonato de pilotos se sabe que uno de estos tres hombres será el campeón. Mientras esta batalla se desarrolla, hay otra lucha paralela entre varios candidatos. Y es que los últimos resultados del Campeonato Independiente están igualando la clasificación, y abren la puerta a muchos candidatos al título, más que en las últimas temporadas. Siete pilotos han ganado en la categoría, y diez han subido al podio, prueba de la igualdad y la variedad del campeonato.

La temporada comenzó en Brasil. El danés Kristian Poulsen (BMW 320 TC), del equipo Engstler, tuvo un ritmo de carrera parecido al de los Chevrolet y fue muy rápida en Curitiba. De hecho, ganó la primera carrera, seguido de su compatriota Michel Nykjaer, con un SEAT León del equipo SUNRED, y del jefe de equipo, Franz Engstler. Pero en la segunda carrera, los dos pilotos daneses se tocaron. Nykjaer se vio obligado a abandonar mientras que Poulsen pudo continuar y acabó sexto. La carrera la ganó el asturiano Javi Villa, con un BMW 320 TC del equipo Proteam Motorsport, seguido de Engstler y el catalán Pepe Oriola, que debutaba en el campeonato con el equipo SUNRED, en un SEAT León.

La temporada europea empezó en Zolder. Norbert Michelisz, que en 2010 ganó una carrera con su propio equipo, cambió su SEAT León por un BMW 320 y se inscribió en el campeonato Independiente. Y el año no pudo comenzar mejor para él. Michelisz fue segundo en la primera carrera por delante de Nykjaer y por detrás de Poulsen. En la segunda carrera, la sorpresa la dio Darryl O'Young, piloto de Hong Kong nacido en Canadá, que sobrevivió a la carnicería y se aprovechó de los múltiples abandonos para ganar, por delante de Nykjaer y Michelisz. O'Young es piloto del equipo bamboo-engineering, a los mandos de un Chevrolet Cruze nuevo (había empezado con un Chevrolet Lacetti en Brasil).

Michelisz se quedó a treinta milésimas de subir al podio absoluto en Monza (cuarto en la primera carrera), pero ganó en Independientes, con Poulsen y O'Young completando el podio. El propio Poulsen logró el primer podio absoluto para un Independiente en la segunda carrera, donde fue tercero tras los Chevrolet de Huff y Muller, además de ganar la categoría por delante de O'Young y Michelisz.

El húngaro se exhibió en su prueba de casa, en el circuito de Hungaroring. Siguió el ritmo de Menu en la primera manga y quedó segundo, con victoria en Independientes por delante de Villa (que fue tercero absoluto después de contener a los otros dos Chevrolet y al SEAT de Gabriele Tarquini) y del suizo Fredy Barth (SUNRED), que se recuperaba de un mal arranque de campeonato. En la segunda carrera, bajo una lluvia torrencial, Michelisz se llevó por delante a Mehdi Bennani en la salida, y aunque pudo arreglar los desperfectos no sumó puntos. La carrera la ganó Franz Engstler, seguido de Villa y O'Young. En Brno el himno danés sonó por partida doble. En dos carreras sin demasiados incidentes, Poulsen, O'Young y Michelisz coparon el primer podio, mientras que Nykjaer, Villa y Poulsen subieron al segundo cajón del día.

Oporto fue la siguiente prueba. En el circuito urbano portugués, volvió a la acción Stefano D'Aste. El piloto italiano, campeón en 2007, regresó al campeonato, después de un mal 2010 que le hizo cambiar de aires e inscribirse en la Copa Europea de GT4, donde pilota un Lotus Evora. Después de que el piloto suizo Urs Sonderegger no convenciera, Wiechers-Sport decidió sustituirle y recuperar a D'Aste para el resto de temporada. D'Aste llegó a liderar la segunda carrera, pero un drive-through por adelantarse en la salida le condenó en sus opciones. Michelisz ganó las dos carreras en Portugal (Nykjaer y D'Aste en la primera y Engstler y O'Young en la segunda le acompañaron en el podio) y se distanció al frente de la clasificación.

En Donington Park, circuito que se estrenaba en el Mundial de Turismos, Engstler hizo doblete y llegó a subir al podio absoluto en la segunda carrera, siendo tercero por detrás de Muller y Huff en unas condiciones muy difíciles, con pista deslizante. En cuanto al campeonato Independiente, Nykjaer y Poulsen en la primera carrera y O'Young y Bennani (compañero de Villa en Proteam Motorsport) en la segunda completaron el podio junto con el dominante Engstler.

Y en la última prueba disputada hasta la fecha, en Oschersleben, territorio BMW, los acontecimientos se sucedieron durante el fin de semana. D'Aste, que no pudo correr en Gran Bretaña por participar en una prueba del Europeo de GT4 y que fue sustituido por Colin Turkington, ganó una extraña primera carrera por delante de los SEAT de Nykjaer, Pepe Oriola y el ruso Aleksei Dudukalo. En la segunda manga, Michelisz y Poulsen abandonaron por sendas salidas de pista pero aún así BMW rompió el monopolio de Chevrolet, con Engstler ganando la carrera absoluta, por delante de Menu y Tarquini. En el podio de Independientes, la marca bávara hizo triplete, con D'Aste y Villa acompañando a un efusivo Engstler en el podio.

El caso es que, gracias a estos últimos resultados, la clasificación se ha apretado mucho. En los últimos dos certámenes, Poulsen y Michelisz, que se habían destacado de sus rivales, solo han sumado 8 y 3 puntos respectivamente; Engstler ha conseguido 30 puntos, por los 18 de O'Young, los 16 de Nykjaer y los 9 de Villa. Por otro lado, D'Aste ha conseguido 28 puntos en dos pruebas, y aunque no tenga opciones de ganar el campeonato dará mucha guerra. Ahora mismo, en el descanso del verano, Michelisz es líder con 79 puntos, seguido por Poulsen y O'Young con 78, Engstler con 77, Villa con 73 y Nykjaer con 69; es decir, que los seis candidatos al campeonato están separados por solo diez puntos. Por detrás, entre los participantes habituales, Oriola es séptimo con 42 puntos, 31 tiene Bennani, 28 D'Aste y les siguen Barth y Dudukalo con 27 cada uno y el japonés Yukinori Taniguchi (compañero de O'Young) con 20.

En resumidas cuentas, que la temporada Independiente del WTCC está siendo más apasionante que nunca. Seis pilotos tienen opciones serias de ganar, pero BMW tiene a cuatro de esos hombres. Michel Nykjaer (SEAT) y Darryl O'Young (Chevrolet) son los "rebeldes", que se oponen a la marca alemana en busca del triunfo. Aunque la victoria en este campeonato no abre muchas puertas, es muy bonito de ver, con unos pilotos que apuran en cada frenada y que no tienen miedo de enfrentarse a los oficiales. No se lo pierdan, en Macao esto se puede convertir en una guerra civil.

martes, 16 de agosto de 2011

Los hombres tienen nombre: Carlos Sainz Júnior

El automovilismo es un deporte complicado. Es complicado seguir algunas categorías por la televisión, es complicado competir en él, es complicado seguir una carrera de piloto renunciando a la educación. Por eso hay muchos hijos de piloto o familias de corredores, ya que es más fácil llegar a la cima si los medios son buenos y los contactos están asegurados desde el inicio. Hoy es el turno de hablar de uno de estos hombres, hijo del piloto de rallyes más conocido y ganador de nuestro país. A pesar de contar con la influencia familiar también se ha ganado su respeto en la pista. Es otro producto de éxito del programa de jóvenes pilotos de Red Bull y Fernando Alonso ya ha dicho de él que será el "próximo campeón mundial español". Y puede no ser una exageración.

Carlos Sainz júnior nació en Madrid en 1994. Hijo del bicampeón mundial de rallyes del mismo nombre, "Carlitos" también quiso ser piloto y seguir los pasos de su padre. Pero en lugar de conducir por las carreteras de tierra y de barrancos decidió pilotar en circuitos y empezó a competir en karts. Entre 2005 y 2009 condujo estos vehículos demostrando su talento a base de ganar varios campeonatos. Sus equipos fueron Benikart los dos primeros años, Genikart los tres últimos y Tony Kart en algunas competiciones el último año. Entre sus títulos se encuentran el campeonato cadete madrileño (2006), el trofeo Internacional Ciudad de Alcañiz en KF3 (2007), el Campeonato KF3 de Asia-Pacífico, disputado en Macao (2008), la prestigiosa Copa Júnior de Mónaco y el Campeonato del oeste de Europa (ambos en 2009). Cabe destacar también un tercer puesto (cadete) y un subcampeonato (KF3) de Cataluña, dos subcampeonatos de España y un subcampeonato de Europa.

2010 fue el primer año de Carlitos Sainz en monoplazas y no fue precisamente tranquilo. Red Bull le incluyó en su programa de jóvenes pilotos y le hizo competir en la Fórmula BMW europea. Subió al podio en su primera carrera, en Montmeló (tercero) y en Zandvoort consiguió un segundo puesto. Pero su mejor fin de semana llegó en Silverstone: en Inglaterra, Sainz salió desde la pole position en las dos carreras, quedando tercero en la primera y ganando la segunda. A final de temporada subió de nuevo al podio, con una tercera posición en Hungaroring. No luchó por el título, pero acabó cuarto con una victoria y cinco podios, y fue el mejor debutante del año con diferencia, además de superar con mucha holgura a sus compañeros de equipo. Durante el año también corrió en varias carreras de la Fórmula BMW asiática. Aunque no podía sumar puntos para el certamen se dejó ver, ya que ganó dos pruebas en Sepang y otra más en Macao.

Pero eso no fue todo. La Fórmula BMW era la categoría principal, donde se centraban todos los esfuerzos. Y también pudo correr algunas carreras como piloto invitado. Emilio de Villota le invitó a correr las dos últimas citas del European F3 Open. En solo cuatro carreras, Sainz logró un tercer puesto en Montmeló y un quinto en Jerez como mejores resultados. Estuvo presente en las dos últimas citas de la Eurocopa Renault 2.0: repitió mejores resultados, una tercera posición en Silverstone (con Epsilon Euskadi) y una quinta en Montmeló (con Tech 1 Racing). Y también apareció en la primera de las citas de las Series Invernales de la Fórmula Renault británica. En el circuito de Snetterton sumó un sexto puesto y un abandono.

Este año 2011 también está siendo ajetreado para Carlos Sainz júnior. Red Bull le ha enviado directo a las Fórmulas Renault, concretamente a la Copa del norte de Europa (NEC) 2.0 y a la Eurocopa 2.0. En ambas competiciones correrá con el equipo finlandés Koiranen Brothers Motorsport, responsable de los coches patrocinados por Red Bull. La NEC la está dominando con mano de hierro. En 14 carreras ha conseguido siete pole position, nueve vueltas rápidas, nueve victorias y trece podios. El pasado fin de semana ganó dos carreras más en Zandvoort y se distanció aún más en la cabeza del campeonato, ya que saca 104 puntos de distancia a su compañero de equipo Daniil Kvyat y 133 a su principal rival, Robin Frijns.

La Eurocopa está bastante más igualada. Subió al podio en los tres primeros certámenes (seis carreras), con dos victorias (Alcañiz y Spa), tres segundos puestos y un tercero. Pero en Hungaroring las cosas no fueron tan bien, solo pudo ser octavo y decimocuarto, y perdió el liderato del campeonato ante Frijns. La diferencia entre el holandés y el madrileño es de trece puntos. No hay que olvidar tampoco que gracias al trabajo de Sainz y de Kvyat, Koiranen Brothers Motorsport es líder sólido por equipos tanto en la NEC como en la Eurocopa.

Carlos Sainz júnior tiene por delante un gran futuro. Su apellido le ha ayudado en parte pero ha demostrado que su buen hacer y sus títulos no son fruto de la casualidad. Red Bull lo tiene en cuenta y le ha  preparado un posible salto a las World Series by Renault en 2013, para después entrar en Fórmula 1 en 2015 o incluso en 2014. Eso siempre y cuando cumpla los objetivos que le marca Helmut Marko, que no son otros que ganar, ganar y ganar. En cualquier caso, Carlitos Sainz es una de las grandes promesas del automovilismo español, y candidato más que posible a llegar a la Fórmula 1 en poco tiempo.

Y el viernes en "Los hombres tienen nombre", Mike Conway, el hombre que se cansó de esperar en Europa y se fue a Estados Unidos a romperse las costillas.

domingo, 14 de agosto de 2011

¿No querían emoción? Aquí la tienen: repaso de verano GP2 2011

La GP2 no deja de dar espectáculo. La categoría que viene justo antes de la Fórmula 1 y que corre en los mismos circuitos se ha renovado este 2011, y lo ha hecho profundamente. El chasis del coche es nuevo, después de cumplir el ciclo de tres años correspondiente. Los responsables de la creación del GP2/11 han sido los mismos: Dallara construye el chasis y Renault pone los motores. También han entrado en acción los neumáticos Pirelli, y si en la Fórmula 1 los pilotos están sufriendo con el aguante de las gomas imagínense como pilotan los hombres de la GP2: casi como funambulistas.

En cuanto a los equipos, se han renovado todos los contratos menos el de DPR. El equipo inglés, que fue vendido al empresario rumano Andre Herck en 2009, se quedó fuera de la selección de los equipos para las próximas tres temporadas, en parte por los pobres resultados obtenidos (tres victorias y nueve podios en seis años). Debido a la no elección de DPR y a la marcha repentina de Durango por culpa de una serie de problemas económicos hace un par de años, se necesitaba seleccionar dos nuevos equipos. Los elegidos fueron Carlin (equipo inglés que también compite en la Fórmula 3 británica, la GP3 y las World Series by Renault) y el Team AirAsia (creado por Tony Fernandes, propietario del equipo Lotus de Fórmula 1).

Respecto a los doce equipos originales, las cosas habían cambiado relativamente desde el comienzo en 2005. Solo ART, iSport International, Racing Engineering, Arden International, Super Nova Racing y DAMS conservan el mismo nombre y la misma estructura que hace seis años. El ex campeón de Fórmula 1 Nelson Piquet tuvo un equipo (Piquet Sports) durante cinco años, pero lo vendió a finales de 2009; su parte la compraron unos empresarios italianos, que renombraron al equipo llamándolo Rapax, en honor a una legión romana. Adrián Campos puso en pista la estructura de Campos Racing durante cuatro años, hasta que la vendió a Alejandro Agag, quien le cambió el nombre a Barwa Addax (Barwa es una petrolera catarí mientras que Addax es el nombre en latín de una especie de antílope).

La Scuderia Coloni se unió en 2006 con el piloto Giancarlo Fisichella, y el equipo fue conocido como Fisichella Motor Sport hasta que Coloni recompró su parte a mediados de 2009. Trident Racing entró en 2006, después de presentarse como candidato a ser el decimotercer equipo, y de momento no ha cambiado de manos. Y el equipo español BCN Competición fue de mal en peor desde que entró en GP2: después de acumular una serie de deudas y acabar la temporada 2008 por los pelos, el piloto portugués Tiago Monteiro compró el equipo y lo trasladó al Algarve, poniéndole el nombre de Ocean Racing Technology.

A falta de dos citas para el final (Spa y Monza), más la prueba de exhibición que se celebrará en Abu Dabi, el campeonato de pilotos parece decidido antes de tiempo una vez más. Y es que Romain Grosjean ha vuelto a lo grande a la categoría: ha sumado cinco victorias y ha sido muy regular, hecho que le permite liderar la tabla con 25 puntos de margen sobre el segundo clasificado. Pål Varhaug, su compañero en DAMS, no puede decir lo mismo. Procedente de la GP3, solo ha logrado un octavo puesto en una segunda carrera, que no da puntos, sigue con el casillero a cero y no está ayudando al equipo a luchar por conseguir el título de equipos.

El líder por equipos es Barwa Addax. Después de perder ambos títulos ante Hülkenberg y ART en 2009 y ante Maldonado y Rapax en 2010, no parece que el campeonato de pilotos esté al alcance pero el de constructores sí. Giedo van der Garde no ha ganado todavía y ese hecho le puede jugar una mala pasada, aunque ha sumado varios podios y ocupa el segundo puesto. Por su parte, Charles Pic ha logrado dos victorias pero no ha sido constante, ya que se ha visto involucrado en diversos accidentes. A pesar de todo, Pic es tercero, aunque a 32 puntos de Grosjean.

iSport International aún mantiene opciones de ganar el título de equipos pero lo va tener difícil. Sam Bird empezó sumando tres podios pero poco a poco se ha ido yendo hacia atrás, alrededor de la zona media, y es quinto. Marcus Ericsson es noveno, pero apenas se le ha visto en las posiciones preferentes a pesar de tener dos podios en su cuenta particular. El equipo ART es una de las decepciones del año: Jules Bianchi, tercero el año pasado tras Maldonado y Pérez, sufrió varios accidentes y se alejó del título, ahora suma una victoria y es cuarto; mientras que Esteban Gutiérrez, vigente campeón de la GP3, es duodécimo con una victoria y un segundo puesto en una temporada donde la zona media es el hábitat natural de su equipo.

AirAsia se ha revelado como el equipo revelación en su primer año, aunque en las últimas carreras ha perdido fuelle. Davide Valsecchi ganó en Mónaco y parecía ir por el buen camino, pero no ha sumado puntos en las tres últimas citas (6 carreras) y es sexto. La campaña de Luiz Razia es irregular, ya que se encuentra en la undécima posición, con dos podios, y bastantes percances. Racing Engineering sigue teniendo problemas de puesta a punto y cierra la zona media de la tabla. Dani Clos suma dos podios y es octavo pero no suma puntos de forma constante. Christian Vietoris es decimotercero y está consiguiendo resultados últimamente, aunque falta experiencia y un mejor coche para optar a los títulos. Álvaro Parente, que sustituyó a Vietoris en España y Mónaco, logró un segundo puesto en el Principado.

Trident Racing se está recuperando de unos años complicados con algún que otro buen resultado. Stefano Coletti ha ganado dos veces, está en el décimo puesto y va ganando puntos para conducir un monoplaza mejor el año que viene. En cambio, parece que lo único que ha aportado Rodolfo González es el dinero de Hugo Chávez, ya que no ha puntuado y no parece que vaya a hacerlo. Coloni lo está pasando mal. Michael Herck llegó desde DPR y está haciendo una temporada discreta, con un solo punto en su casillero. En el segundo coche, ha habido baile involuntario de pilotos. Davide Rigon se fracturó la tibia y el peroné en Turquía y fue sustituido por el prometedor Kevin Ceccon. Pero Ceccon no se adaptó y en su lugar llegó Luca Filippi, que en apenas dos certámenes ha subido dos veces al podio (y es séptimo en la clasificación).

Super Nova tampoco es el equipo de otros años pero aguanta el tipo. Luca Filippi subió al podio en Mónaco, pero cuando Coloni le contrató Super Nova llamó a Adam Carroll, que ya había estado en GP2 y no lo está haciendo mal. Por otra parte, Fairuz Fauzy solo ha sumado tres puntos y está quedando en evidencia. Arden es otro equipo que no lo está pasando bien precisamente. Tanto Josef Král (decimocuarto) como Jolyon Palmer (sin puntuar) no se han visto involucrados en muchos incidentes y acostumbran a acabar pero no tienen un buen ritmo de carrera. Rapax, campeón en 2010 es la gran decepción. Fabio Leimer solo puntuó en España, donde ganó, y es decimoquinto. Su compañero Julián Leal es otro piloto que no parece haberse adaptado a la categoría, ya que además de no haber puntuado tiene una buena colección de sanciones y accidentes, incluyendo el que lesionó a Rigon.

En la parte de atrás encontramos a los dos únicos equipos que no han subido al podio. Carlin no se ha adaptado tan bien como AirAsia. Max Chilton se ha defendido bien cuando ha podido pero aún así solo tiene cuatro puntos. En el segundo coche, igual que en Coloni, ha habido baile. Mikhail Aleshin se quedó sin patrocinador y cedió su asiento a Oliver Turvey. Álvaro Parente sustituyó a Turvey durante tres citas hasta que Aleshin pudo volver en Hungría. Ninguno de los tres ha conseguido puntuar. Y en la última posición se encuentra Ocean Racing Technology, que todavía no ha puntuado. Ni Kevin Mirocha ni Johnny Cecotto júnior han sumado puntos, si bien Mirocha ha sido más regular que Cecotto. Pero conociendo la categoría sería raro que no puntuasen en alguna de las cuatro carreras que quedan.

Dentro de dos semanas la GP2 volverá a la acción en Spa, junto con la Fórmula 1. En Bélgica las carreras pueden ser más emocionantes por la meteorología cambiante de la zona y la destreza y agresividad de estos pilotos. La GP2 no ha cambiado en exceso, y sigue su curso con sus hombres y sus niños, sus hijos de la velocidad y sus hijos de papá, sus pilotos a los que pagar y sus pilotos de pago. Es imprescindible seguir este campeonato si lo que les gusta es el automovilismo, y no el circo que lleva alrededor.

viernes, 12 de agosto de 2011

Los hombres tienen nombre: Juan Pablo Montoya

Es difícil que en la Fórmula 1 aparezcan pilotos rebeldes. En los años 70 y 80, si el piloto no estaba de acuerdo con su situación, ir contra las normas, contra el sistema y contra los propios jefes de equipo era una situación bastante normal. Personajes como James Hunt o Nelson Piquet son ejemplos de personas poco acostumbradas a obedecer las órdenes de sus superiores. Pero en la actualidad, esa "raza" ha dejado de existir, bien por que los pilotos de hoy en día son más educados, o por la falta de carácter, o por un simple gesto de gratitud hacia el equipo que les paga. El único hombre que expresa su opinión a ratos es Lewis Hamilton, y no siempre le salen bien los tiros. Kimi Räikkönen tampoco se mordía la lengua y fue poco a poco apartándose del estilo de vida del piloto moderno. Hoy vamos a hablar de otro hombre, que se tuvo que ir después de intentar vivir a su manera, y no a la que quieren los patrocinadores y los jefes de equipo.

Juan Pablo Montoya nació en Bogotá en 1975. Hijo de un arquitecto, pronto descubrió que su hijo tenía dotes para conducir esos pequeños karts que le compraba. Arrasó en la categoría infantil y en la llamada "Kart Komet", y ganó el Mundial junior dos años seguidos, en 1990 y 1991. Su primer monoplaza fue el de la Fórmula Renault colombiana, categoría que ganó en 1992, con cinco pole position y cuatro victorias. Ese mismo año también hizo cursos en la famosa escuela de conducción del ex piloto Skip Barber, en Estados Unidos. Al año siguiente, en 1993, se adjudicó otro título, el Campeonato Swift GTI, donde hizo todas las pole position y ganó siete de las ocho carreras. Pero no dejó los karts, en los que siguió ganando en 1994, alzándose con el Campeonato Sudamericano de 125cc. Ese mismo año ganó la Fórmula N mexicana y fue tercero en las Series Profesionales SAAB, en Estados Unidos. La competición era propiedad de Skip Barber, que no se había olvidado del talento del joven colombiano; Montoya logró dos victorias y no tardó en hacer las maletas en dirección a Europa.

Ya en el viejo continente, Montoya se fue a la Gran Bretaña y compitió en la Fórmula Vauxhall en 1995, siendo tercero, con tres victorias y ocho podios. Su equipo era el Paul Stewart Racing, dirigido por el hijo del antiguo campeón mundial Jackie Stewart. La Fórmula 3 británica fue su siguiente paso. Montoya recaló en el equipo Fortec Motorsport, y se las arregló para conseguir dos victorias, una pole position y cinco vueltas rápidas, para acabar quinto en la clasificación. El piloto de Bogotá también estuvo en presente en las dos carreras de Fórmula 3 más prestigiosas, con distinta suerte: fue cuarto en el Masters de Zandvoort, mientras que en el Gran Premio de Macao tuvo que abandonar por culpa de un accidente múltiple. Pero además de conducir monoplazas, probó suerte en los turismos. Pilotó en la ronda inglesa del Campeonato Internacional de Turismos, en Silverstone, donde corrió con un Mercedes Clase C oficial. No tuvo un buen fin de semana, ya que abandonó en las dos carreras del certamen.

Juan Pablo Montoya siguió su camino hacia la cima en 1997, cuando entró en la Fórmula 3000. En la categoría inferior a la Fórmula 1 sorprendió a propios y extraños. Encuadrado en el equipo propiedad de Helmut Marko, el colombiano ganó tres carreras, hizo tres pole position y otras tantas vueltas rápidas; pero no sumó puntos de forma regular y se tuvo que conformar con el subcampeonato, por detrás de Ricardo Zonta. Se redimió en 1998, cuando llegó al potente equipo Super Nova, campeón los tres años anteriores. Montoya solo encontró oposición en un joven Nick Heidfeld, que por entonces era probador de McLaren.

El duelo entre ambos resultó igualado. Después de dos victorias en Hockenheim y en Hungaroring, Heidfeld se puso líder con cuatro puntos de ventaja sobre Montoya (49-45). En Spa, Montoya fue segundo y Heidfeld cuarto (52-51). Montoya tomó el liderato en Monza, ganando por delante del propio Heidfeld (61-58). Pero en la última cita en Nürburgring, el alemán, que iba a salir desde la pole position, fue obligado a empezar el último por utilizar un combustible ilegal. Así pues, Heidfeld tuvo que remontar pero acabó noveno, fuera de la zona de puntos y Montoya se limitó a conducir cómodamente hasta el tercer puesto, que le valió el campeonato; sumó cuatro victorias, siete pole position y cinco vueltas rápidas.

Montoya, que por entonces ya era probador del equipo Williams, formó parte de un cambio de cromos entre el equipo inglés y el de Chip Ganassi en 1999. Ganassi cedía a Alex Zanardi, bicampeón de la CART, a Williams, y el estadounidense se quedaba con Montoya. Ya en el equipo de Ganassi, que tenía un coche con chasis Reynard y motor Honda, Montoya tuvo que vérselas con los pilotos del equipo Green, en especial con el escocés Dario Franchitti. De hecho, Franchitti era líder a falta de la última carrera, en el óvalo de Fontana (California), con 209 puntos por los 200 de Montoya. El de Bogotá había sumado dos accidentes consecutivos que le habían hecho perder el liderato. Pero en California, Montoya fue cuarto y Franchitti décimo. Ambos quedaron empatados a 212 puntos y el colombiano ganó por mayor número de victorias: siete, por las tres de Franchitti.

Después de saborear la gloria en su debut en Estados Unidos, el año 2000 fue muy diferente. Ganassi se cambió a un coche con chasis Lola y un motor Toyota muy poco desarrollado. El resultado fue desastroso: Montoya sumó siete pole position y seis vueltas rápidas pero abandonó en 12 de las 20 carreras, sumando tres victorias en una campaña llena de problemas mecánicos y accidentes. Pero la excepción se dio en las 500 millas de Indianápolis, donde Juan Pablo Montoya dominó de principio a fin y se llevó una victoria clara y contundente.

Justo antes de ganar en Indianápolis se hizo oficial el fichaje de Montoya por el equipo Williams-BMW de Fórmula 1. En 2001 el colombiano siguió con una buena dosis de irregularidad. Solo acabó seis carreras, aunque pudo ser sexto con tres pole position, tres vueltas rápidas y su primera victoria, en Monza. Montoya fue el jefe de filas de Williams a partir de 2002, siendo el mejor corredor por detrás de los imbatibles Ferrari. No ganó ningún GP, pero consiguió siete podios y siete pole position, acabando tercero en la clasificación final. Ya en 2003 sumó dos victorias más, en Mónaco y en Hockenheim, y fue candidato al título durante buena parte de la temporada. Pero una mala carrera bajo la lluvia de Indianápolis, donde fue penalizado, le condenó sus opciones; al final, fue tercero por detrás de Michael Schumacher y Kimi Räikkönen. 2004 no fue tan bien, ya que el colombiano solo pudo sumar tres podios, ganando la última carrera del año en Brasil (y la última de Williams hasta el día de hoy) por delante de Räikkönen.

Precisamente sería el finlandés su nuevo compañero de equipo en McLaren desde la temporada 2005. Montoya empezó de forma irregular, ya que se perdió dos carreras por culpa de una lesión jugando a tenis y fue descalificado en Canadá por salir de boxes con el semáforo en rojo. Pero a pesar de un buen final, con tres victorias incluidas, los problemas mecánicos y los accidentes pesaron demasiado y McLaren no pudo ganar el Mundial de Constructores, que se fue a las vitrinas de Renault; Montoya acabó el año cuarto. En 2006 las cosas no mejoraron. El McLaren MP4-21 era poco fiable y tampoco es que el Montoya pudiera hacer mucho al respecto. El caso es que logró dos podios, pero después de echar a Räikkönen de la pista en Indianápolis, fue despedido de McLaren y anunció su marcha a la NASCAR. Durante el resto del año, Chip Ganassi le acogió con los brazos abiertos y le hizo participar en diversas carreras de la Nextel Cup, la Busch Series y la ARCA RE/MAX para tomar el pulso de cara a la temporada 2007.

Ese primer año, Juan Pablo Montoya ganó en Infineon y fue segundo en Indianápolis, pero no logró actuaciones destacadas en otros óvalos y acabó vigésimo, fuera de la lucha por el título. También ganó una prueba de la Busch Series en México. En 2008, no pudo igualar sus resultados del año anterior y acabó vigesimoquinto, con un segundo puesto en Talladega como mejor resultado. Cuando Ganassi cambió Dodge por Chevrolet, los resultados llegaron, y de qué manera: Montoya no ganó en 2009 pero sumó muchas posiciones entre los diez primeros y entró en la "Chase", la lucha por el título en diez carreras. En tres de ellas quedó atrás y solo pudo acabar la temporada en la octava posición. En 2010 sumó más Top 10 pero también más malas carreras y ese hecho le apartó de la Chase; ello no le impidió ganar su segunda carrera en la ahora llamada Sprint Cup: este fin de semana, se cumple un año de su victoria en Watkins Glen.

Desde que volvió a Estados Unidos, Montoya también ha participado en varias ocasiones en las 24 horas de Daytona, que se disputan a finales del mes de enero. Ganó la edición de 2007, junto con Scott Pruett y Salvador Durán; y repitió victoria en 2008, esta vez compartiendo volante con Pruett, Memo Rojas y su antiguo rival Dario Franchitti. En 2009 fue segundo, de nuevo con Pruett y Rojas; pero en 2010 se vio obligado a abandonar por problemas mecánicos, formando uno de los mejores equipos de resistencia vistos en años: conducían junto a Montoya su compañero de equipo en la Sprint Cup, Jamie McMurray, y los dos pilotos de Ganassi en la IndyCar Series: Franchitti y Scott Dixon.

Esta temporada, Montoya ha sido segundo en Daytona, repitiendo equipo con McMurray, Franchitti y Dixon. En la Sprint Cup un tercer puesto en Las Vegas es su mejor resultado hasta la fecha y no está lejos de las posiciones de cabeza. Aunque es vigesimoprimero, aún tiene opciones de entrar en la Chase. En resumidas cuentas, que Juan Pablo Montoya no ha echado en falta la Fórmula 1 ni mucho menos. Chip Ganassi le ha acogido como si fuera su propio hijo y puede estar seguro de que Montoya seguirá dando guerra, no importa si en un coche carrozado o en un monoplaza. El piloto colombiano no quiere ni oír hablar de una posible retirada a los 36 años. Con él, todo es posible. Si quieren ver espectáculo, síganle.

Y el martes en "Los hombres tienen nombre", Carlos Sainz júnior, el nuevo piloto de éxito español. 

martes, 9 de agosto de 2011

Los hombres tienen nombre: Felipe Nasr

La Fórmula 3 británica es una de las categorías inferiores más interesantes y bonitas de ver que existen en el panorama internacional. En los años 80 y 90, muchos jóvenes talentos hacían las maletas en dirección al Reino Unido, ya que los principales técnicos de la Fórmula 1 se fijaban en las carreras de Fórmula 3, para ver si podían "pescar" algún talento. En particular, los pilotos que más han emigrado a Gran Bretaña en busca del éxito han sido los brasileños. Emerson Fittipaldi fue el pionero en 1969, y desde entonces nombres como Carlos Pace (ganador de un Gran Premio de F1), Nelson Piquet (padre e hijo), Ayrton Senna, Maurício Gugelmin (ex piloto de Fórmula 1 y de CART), Rubens Barrichello o Gil de Ferran (bicampeón de la CART) han ganado el título y han triunfado en mayor o menor medida. Pero ni Barrichello ni Felipe Massa han podido ganar un mundial de Fórmula 1, que Brasil no saborea desde los tiempos de Senna. Nuestro hombre de hoy es otra promesa brasileña, pero parece que va a ser diferente, ya que su dominio del volante es indiscutible.

Felipe Nasr nació en Brasília en 1992. Procedente de una familia con tradición automovilística, Nasr tuvo el dinero suficiente para competir, pero también el talento. Ocho años exitosos en los karts dan cuenta de dicho talento. El equipo Dibo Racing fue el único por el que pasó en karts. Entre 2000 y 2007 Nasr ganó nada más y nada menos que nueve títulos: cinco veces campeón regional de Brasília (2 en categoría Cadete y 3 en Junior Pequeño), campeón de la Copa Centro-Oeste, de Brasil y de Sudamérica en categoría Junior y campeón de la Clase B a nivel brasileño.

Después de lograr dicho palmarés, Nasr entró como invitado en la última cita de la Fórmula BMW Americas en 2008. Amir Nasr Racing, el equipo familiar, puso dos coches a disposición de Nasr y de Lucas Foresti, otro prometedor piloto de karts. La cita fue en Interlagos, como prueba telonera del Gran Premio de Brasil de Fórmula 1. Foresti acabó décimo en ambas carreras y se llevó 300 dólares a casa por su trabajo. Nasr mejoró su actuación, siendo quinto en la primera carrera y tercero en la segunda, solo por detrás del estadounidense Alexander Rossi (campeón de la categoría) y el español Daniel Juncadella, y llevándose 1125 dólares. También se presentó en al final mundial de la Fórmula BMW, en México, donde batió el récord de la pista. Poco tiempo después Nasr cogió un avión: había conseguido un volante en la Fórmula BMW, pero en su versión europea.

De cara a la temporada 2009 el equipo ítalo-americano EuroInternational confió en Nasr y éste les devolvió la confianza ganando el campeonato con claridad. De hecho, aunque no conocía los circuitos más allá de haber jugado en las videoconsolas, el piloto brasileño no se retiró en ninguna de las 16 carreras y subió al podio en 14, con cinco victorias y nueve segundas posiciones. Sacó 104 puntos de diferencia a Juncadella, que era su compañero de equipo. También fue invitado a tres carreras de la Fórmula BMW Pacífico. Ganó las dos pruebas de Singapur, teloneras del Gran Premio, mientras que en el famoso circuito de Macao fue descalificado. Eso no le impidió ser nombrado piloto del año por BMW, un galardón a repartir entre los diferentes pilotos que conducen para la marca bávara en diferentes categorías por todo el mundo.

En 2010, Felipe Nasr siguió con su progresión en dirección a la Fórmula 3 británica. Räikkönen Robertson Racing, el equipo gestionado por el ex campeón del mundo finlandés y su  mánager Steve Robertson, le fichó para correr en el Reino Unido. Ya en la segunda cita, en Silverstone, subió por primera vez al podio. Y a mediados de julio consiguió su primera victoria, en el circuito de Rockingham. En el campeonato quedó lejos de los cuatro primeros puestos pero acabó quinto, después de luchar durante el año con su compatriota Gabriel Dias y el inglés Rupert Svendsen-Cook. Una victoria y cuatro podios fueron su bagaje en su estreno, pero superó ampliamente a sus compañeros, Carlos Huertas y Daisuke Nakajima. El equipo Räikkönen Robertson le llevó al Gran Premio de Macao, donde fue undécimo a la vez que sus tres compañeros de equipo se vieron involucrados en un accidente múltiple en la primera vuelta.

Su buen hacer y su conocimiento de los trazados convencieron al potente equipo Carlin Motorsport, dominador de la categoría en los últimos años, para ficharle. El resultado de la unión no ha podido ser mejor: Felipe Nasr ha ganado siete de las 21 carreras disputadas, ha logrado tres pole position, ha subido 14 veces al podio y saca 114 puntos a William Buller, su "máximo" perseguidor. Y todavía quedan tres citas más, pero Nasr ya va por el camino de una coronación muy anticipada, tal y como hicieron Daniel Ricciardo en 2009 y Jean-Eric Vergne en 2010.

Felipe Nasr es otra promesa brasileña pero no parece un piloto cualquiera. Tener el talento y la capacidad de ganar es bueno en este deporte. Pero es más importante tener el dinero suficiente para continuar. Y Nasr reúne ambas cualidades, así que no le pierdan ojo, dará que hablar en los próximos años.

Y el viernes en "Los hombres tienen nombre", Juan Pablo Montoya, el hombre desenfadado que dejó plantada a la seriedad de la Fórmula 1.

viernes, 5 de agosto de 2011

Los hombres tienen nombre: Jason Plato

En las carreras, al igual que en la vida, la experiencia es un grado. Este dicho se puede aplicar sobre todo a los turismos. Las parrillas de este tipo de carreras acostumbran a llenarse con pilotos que solo han conducido turismos, aunque se han dado casos de antiguos pilotos de Fórmula 1 o de promesas que no encuentran asientos en monoplazas y que llegan a estas carreras en su afán por continuar su sueño automovilístico. Este fin de semana el Campeonato Británico de Turismos (BTCC) vuelve a la acción en el remodelado circuito de Snetterton, después de un parón que ha durado un mes y medio. Y con 43 años, nuestro hombre de hoy demuestra en cada carrera que sigue en condiciones de dar guerra, incluso de ganar.

Jason Plato nació en Oxford en 1967. Como no, los karts fueron su categoría de iniciación, en la que destacó en carios campeonatos, aunque sin ganar. Después de quedarse a las puertas de la victoria  en la escuela Winfield del Campus Elf en 1989, su primera competición en monoplazas fue la Fórmula Renault británica, en la que acabó quinto en 1990. Manor Motorsport fue el equipo que le ayudó desde entonces durante su época en fórmulas. Al año siguiente mejoró sus números, ya que fue cuarto con cinco victorias y ocho podios en su haber; ese mismo año ganó los Encuentros Internacionales de Fórmula Renault (la futura Eurocopa 2.0), título que le dio cierto renombre en su país. 

Pero en 1992 solo pudo disputar la mitad de las carreras de la Fórmula 3 británica, logrando ocho puntos. Quinto en la Fórmula Vauxhall en 1993, fue probador del equipo oficial Nissan del BTCC durante 1994. Volvió a disputar diversas pruebas de Fórmula Renault en 1995. En el año 1996 volvió a encontrar cierta estabilidad al conquistar el cetro de la copa Renault Spyder en Gran Bretaña, con diez victorias de 14 posibles, y también ganó la cita británica del campeonato europeo Renault Spyder.

Plato debutó en el BTCC en 1997, como escudero de Alain Menu en el equipo oficial Renault, donde permanecería sus tres primeros años. El suizo ganó el título con autoridad, debido a la gran superioridad del Laguna. Plato también aprovechó dicho potencial para sumar dos victorias a final de temporada y acabar tercero, tras Menu y solo un punto por detrás de Frank Biela. También participó en la Bathurst 1000, la carrera de turismos más importante en Australia, pero tuvo que abandonar junto a su compañero Menu. Siguió dos temporadas más en Renault, logrando una victoria y siete podios en 1998 y otra victoria y cuatro podios en 1999; en ambas temporadas finalizó quinto en la clasificación.

La marcha de las grandes marcas afectó al Campeonato Británico, que vio reducida su parrilla de forma dramática. Renault también se fue y Jason Plato se vio obligado a cambiar de aires, haciendo las maletas en dirección al equipo Vauxhall. La temporada 2000 siguió el ritmo de las anteriores, ya que volvió a acabar quinto, ganó pocas carreras (dos) y logró pocos podios (ocho), pero mantuvo una gran regularidad, sumando puntos en 20 de las 24 carreras con el modelo Vectra. En la siguiente temporada llegó el despegue definitivo de Plato. Vauxhall se quedó como único fabricante en 2001 y solo tuvo que batallar con su compañero de equipo Yvan Muller. Muller sumó 22 podios, por los 24 de Plato. Y aunque el francés consiguió diez victorias por las ocho del inglés, Muller abandonó en cuatro carreras, con una sola retirada por parte del británico. Gracias a esos detalles, Plato se proclamó campeón.

Jason Plato cambió radicalmente su trayectoria en 2002, cuando decidió irse del BTCC y tomar parte en la ASCAR, un campeonato británico de coches stock, inspirado en la NASCAR americana. No ganó carreras, pero fue tercero, tras el francés Nicolas Minassian (subcampeón de la Fórmula 3000 en el año 2000 y actual piloto de Peugeot en Le Mans) y el inglés Kelvin Burt (ex piloto del BTCC y ganador en Macao en 1995). También participó en una carrera de resistencia en Spa, que tuvo que ser suspendida por lluvias torrenciales y en la que acabó cuarto. 2003 fue un año sabático para Plato, que se pasó la temporada haciendo de probador de SEAT. La marca española preparaba su entrada en el Campeonato Británico y confió en el piloto inglés, que fue la punta de lanza de su proyecto, basado en la reglamentación Super 2000 en lugar de la BTC-Touring que se llevaba por entonces.

SEAT entró en 2004 en el BTCC, con dos Toledo iguales a los que usaba en el Europeo. Plato no lo hizo mal en su regreso, ya que logró siete victorias y fue tercero en la clasificación pero cometió errores que hipotecaron sus opciones de ganar el título. Fue partícipe del BTCC Masters, una carrera que reunió a campeones y pilotos destacados de la historia reciente del Campeonato Británico; abandonó por culpa de un choque con Patrick Watts. Y también estuvo presente en dos carreras de resistencia en Australia. Compartiendo volante con Peter Brock, una leyenda del automovilismo ya fallecida, fueron decimocuartos en Sandown y abandonaron en Bathurst. Tres victorias y diez podios fueron su bagaje en 2005, año en el que volvió a quedarse lejos de luchar por el cetro británico. Pero ese no fue ni mucho menos su último cometido. Entró en ocho carreras del renacido Mundial de Turismos (WTCC), logrando un segundo puesto en Silverstone como mejor resultado. Y participó en la Copa Europea de Turismos celebrada en Vallelunga, siendo quinto en la primera carrera y ganando la segunda, con una segunda posición  final.

Los resultados mejoraron a partir de 2006. Ya con un nuevo modelo, el SEAT León, consiguió ocho victorias y fue subcampeón, amenazando el liderato de Matt Neal en buena parte del campeonato. Pero el buen papel de Plato valió para que SEAT ganara el campeonato de Constructores. En 2007 Plato no se retiró en ninguna de las 30 carreras, y logró ocho victorias y diecisiete podios. El León iba muy fuerte, y el británico batalló por el título hasta el final con el italiano de Vauxhall Fabrizio Giovanardi. En la última cita celebrada en Thruxton, Plato llegaba con siete puntos de ventaja sobre Giovanardi. Pero fue el transalpino quién se llevó el título, y por solo tres puntos. 2008 fue una sucesión de errores para Plato, que a pesar de contar con el motor diesel y ganar otras ocho carreras, no pudo con un Giovanardi autoritario. Al final de la temporada, fue tercero por detrás del italiano y del joven y prometedor Mat Jackson, y SEAT anunció su retirada oficial del BTCC.

Sin volante, Jason Plato no pudo llegar a un acuerdo con ningún equipo hasta la misma semana del comienzo del campeonato, cuando firmó un contrato con el equipo de Ray Mallock para conducir un Chevrolet Lacetti. A pesar de las prisas, Plato volvió por sus fueros en 2009. Siete victorias y un gran final de temporada le aúparon al subcampeonato, cinco puntos detrás del norirlandés Colin Turkington y cuatro por delante de Giovanardi. Todos los esfuerzos de los últimos años culminaron en 2010. Plato condujo el nuevo modelo de Chevrolet, el Cruze, hacia la victoria absoluta. Siete victorias y mucha regularidad le valieron para ganar el título, por delante de los Honda de Matt Neal y de Gordon Shedden y los Ford de Tom Onslow-Cole y Tom Chilton. Aunque todo esto no valió para que Chevrolet ganara en Constructores, un campeonato que se llevó la marca japonesa.

Este año, Plato no tiene el mismo ritmo. El Chevrolet es el único coche que ha quedado con la reglamentación Super 2000, ante la NGTC (Coche del Futuro) que han adoptado los rivales. A mitad de campeonato ya ha logrado cuatro victorias, que le confirman como el piloto más victorioso de la historia del BTCC, con 64 victorias en su cuenta particular. Pero aunque se encamina hacia Snetterton, el mismo circuito en el que ganó dos carreras que elevaron sus opciones de título hace un año, el inglés va ahora en sexta posición  y 40 puntos por detrás del líder, Matt Neal, su principal rival en los últimos años. Jason Plato es un ejemplo de piloto ganador, que no se oxida con el paso del tiempo y que sigue intimidando a sus rivales. Dos campeonatos le avalan y es probable que consiga más. Esta leyenda activa del mundo de los turismos aún no ha dicho su última palabra.

Y el martes en "Los hombres tienen nombre", Felipe Nasr, el enésimo sucesor de Senna que tiene buena pinta.