domingo, 5 de febrero de 2012

Los hombres tienen nombre: Jérôme d'Ambrosio

Bélgica es uno de los países clásicos del automovilismo europeo. Su enclave, en el centro de Europa, le sitúa en un lugar accesible. No ha dado grandes pilotos, pero cuenta con el circuito más admirado del continente y uno de los más queridos a nivel mundial: Spa-Francorchamps. La Fórmula 1 no se entiende sin el circuito de Spa, pero la situación económica del país hace planear la posibilidad de alternar la carrera de Bélgica con el Gran Premio de Francia, que volverá al calendario y que está previsto que se celebre en el Paul Ricard. Además del dinero, otro "problema" de Spa es la falta de pilotos locales. Muchos seguidores alemanes viajan al circuito por proximidad, pero los belgas van a ver el espectáculo, no a animar a un piloto. Nuestro hombre de hoy ha intentado cambiar esa tendencia, con un éxito relativo.

Jérôme d'Ambrosio nació en Etterbeek (una población de la región de Bruselas) en 1985. De ascendencia italiana, su carrera en karts no fue corta pero dio sus frutos. Campeón belga de clase Mini en 1996, su carrera creció considerablemente en 2000. Siendo un júnior, ganó la Copa de Mónaco, una competición de karts que Robert Kubica ganó en dos ocasiones y que Sebastian Vettel se adjudicaría al año siguiente; también se proclamó campeón júnior en su país. Después de ser tercero en Mónaco dos años consecutivos en la categoría superior, la Fórmula A, 2002 supuso la culminación: d'Ambrosio se proclamó campeón belga y mundial de Fórmula A, y fue cuarto en el campeonato de Europa de la misma disciplina.

El salto a los monoplazas resultó sencillo. Bajo las órdenes de Thierry Boutsen, el piloto belga que más éxito tuvo en Fórmula 1, d'Ambrosio ganó el campeonato 1.6 litros de la Fórmula Renault belga en 2003, sumando cinco victorias. También compitió en la Fórmula König alemana, donde acabó en la cuarta posición, con otras cuatro victorias y nueve podios. Renault le añadió a su programa de jóvenes pilotos en 2004 y el belga se trasladó a Francia para correr la Fórmula Renault 2.0 del país galo. Logró dos podios y finalizó cuarto, siendo el mejor debutante de la categoría; en esa misma temporada participó en siete carreras de la Eurocopa 2.0 y acabó decimosexto en dicho campeonato, con un cuarto y un quinto puesto en Valencia como mejor resultado.

Los dos años siguientes destacaron por la variedad de categorías en las que compitió. En 2005 corrió en la Fórmula Renault 2.0 italiana con el equipo Euronova, acabando cuarto con una victoria y cuatro podios; en las Series Invernales de la misma categoría fue tercero, participando en dos de las cuatro carreras programadas; logró la victoria en ambas; y también corrió en seis carreras de la Eurocopa 2.0 (segundo y tercero en Zolder, decimosexto en la clasificación final).

Siguió con Euronova en 2006, disputando la Euroseries 3000. Aunque solo corrió la mitad de las carreras del campeonato, las acabó todas ellas entre el segundo y el quinto puesto y fue quinto en la clasificación final. También empezó corriendo las World Series by Renault con Tech 1 Racing, pero lo dejó por falta de resultados después de las cuatro primeras citas. En estos dos años disputó las 24 horas de Spa al volante de un Gillet Vertigo, abandonando en ambas ocasiones. 2007 fue el año más importante para d'Ambrosio. En las filas del equipo Cram Competition, el belga ganó la Fórmula Master Internacional. Solo salió una vez desde la pole position, pero ganó cinco carreras, hizo siete vueltas rápidas y subió a 11 podios distintos. La victoria en la Fórmula Master dio un empujón que a la postre resultó ser definitivo.

Jérôme d'Ambrosio pasó tres años en la GP2, todos ellos con el equipo DAMS. Tardó en puntuar en 2008, su primera temporada: en Asia hizo dos terceras posiciones y acabó undécimo; en Europa no sumó puntos hasta la mitad de la temporada, pero su final fue muy bueno, puntuando en las seis últimas carreras. Dos segundos puestos en Valencia y Spa fueron su mejor resultado y finalizó en la undécima posición. Ese mismo año corrió en dos carreras del International GT Open, con un Dodge Viper de la Escudería Latorre. Logró un podio, copilotando con Pastor Maldonado.

En 2009 el comienzo de temporada fue excelente. DAMS dominó en la GP2 Asia. Kamui Kobayashi ganó el campeonato y su compañero d'Ambrosio acabó  subcampeón, con el belga sumando dos segundos y dos terceros puestos. De vuelta a Europa, tres podios en las cuatro primeras carreras, con dos terceros puestos en Montmeló y un segundo en Mónaco le situaron muy bien en la clasificación. Pero a partir de ahí, el vacío: cinco citas sin puntuar le dejaron atrás. Tres cuartas posiciones fueron su mejor resultado a final de año, y gracias a esos pequeños destellos acabó en la novena posición. Además, compitió en dos carreras de la Fórmula Le Mans, ganándolas junto a Nico Verdonck y Gavin Cronje (que después fueron los campeones de la categoría). D'Ambrosio también hizo la pole position en Spa y la vuelta rápida en Silverstone.

Sin correr en Asia, se centró en la GP2 europea en 2010. Pero los resultados no mejoraron, más bien todo lo contrario, empeoraron. En Mónaco logró la ansiada victoria, pero después de ganar hubo un paréntesis de cuatro citas sin puntuar, llegando a ser sustituido en Alemania por Romain Grosjean. Segundo en Italia, sumó los mismos puntos que en 2008 y acabó duodécimo, en una temporada dominada por Pastor Maldonado y Sergio Pérez. Durante el año los contactos con la Fórmula 1 se intensificaron. Empezó como probador de Renault, pero en septiembre ocupó el lugar de Andy Soucek en Virgin. El madrileño se marchó alegando que el equipo no le había dejado probar el coche en ningún momento. D'Ambrosio sí que lo hizo en cuatro grandes premios: Singapur, Japón, Corea y Brasil, sustituyendo a Lucas di Grassi los viernes.

Poco tiempo después, justo antes de las Navidades de 2010, Jérôme d'Ambrosio recibía la noticia de su vida: Marussia Virgin confirmó al piloto belga, que además traería patrocinadores a una escudería necesitada de ellos. En el equipo anglo-ruso, d'Ambrosio no hizo un mal papel para conducir un coche como ese. Solo abandonó en tres ocasiones, pero la falta de carreras apretadas impidió un mejor resultado. Su mejor clasificación fueron dos decimocuartas posiciones conseguidas en Australia y Canadá y por segundo año consecutivo quedaron por detrás de HRT. Aunque quedó por delante de su compañero Timo Glock, el alemán es la voz de la experiencia y el equipo le necesita. Así pues, d'Ambrosio entró igual que salió: siendo sustituido a pesar de ser mejor que Glock (como le sucedió a di Grassi). Su sustituto será Charles Pic.

Después de quedarse sin opciones para pilotar, d'Ambrosio decidió volver a los orígenes y será tercer piloto de Lotus, listo para correr en caso de que Kimi Räikkönen o Romain Grosjean se lastimen. El piloto belga no pasará a la historia por su palmarés, pero en cualquier caso ha demostrado una capacidad y un aguante al alcance de pocos. Quizás en Lotus no disponga de la mejor de las oportunidades, pero d'Ambrosio es un hombre con contactos y con talento, dos hechos importantes en la Fórmula 1 actual. Seguro que permanecerá más años en la categoría reina del automovilismo.

Y el miércoles en "Los hombres tienen nombre", Takuma Sato, el hombre de Honda que vivía a un muro pegado.

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