jueves, 2 de febrero de 2012

Los hombres tienen nombre: Kimi Räikkönen

A la Fórmula 1 llegan pilotos de lo más variopinto. Los hay tranquilos y los hay nerviosos. Hay algunos que tienen un carácter frío y calculador, otros son más temperamentales y obedecen a su corazón antes que a su cabeza. Unos se dejan adelantar para atacar más tarde gracias al DRS, otros no ceden ni un milímetro para impedir que el rival se escape. Pero en la F1 actual todos los pilotos son profesionales: aunque lleguen con la ayuda del dinero, todos han competido y ganado en otras categorías. Y el aspecto físico se cuida mucho, ya que se necesitan soportar grandes dosis de fuerza en los músculos, especialmente en el cuello y en los brazos. Pero todo eso no significa que estos hombres no tengan tiempo libre o que no se diviertan. Nuestro piloto de hoy es uno de los más divertidos y rápidos de los últimos años.

Nacido en Espoo (al lado de Helsinki) en 1979, Kimi Räikkönen es uno de los pocos pilotos finlandeses que han llegado a lo más alto en los circuitos de asfalto. Su etapa en karts fue exitosa, y no necesitó ningún apoyo económico para hacer un buen papel. Su primer título llegó en 1997, cuando se proclamó campeón finlandés en la Clase A. Al año siguiente, el joven Räikkönen ganó dos títulos: el Nórdico de Clase A y la Fórmula A de Finlandia; también participó en el Campeonato Mundial de Fórmula Super A, en el que acabó en la vigesimocuarta posición. En 1999 finalizó décimo en el Mundial de Fórmula Super A, pero perdió la opción de revalidar el título finlandés de Fórmula A.

En ese mismo año, 1999, empezó a competir en monoplazas. Quinto en el Campeonato de Fórmula Ford, corrió el famoso Festival de la categoría pero tuvo que abandonar. A finales de temporada compitió en las Series Invernales de la Fórmula Renault británica, donde ganó el campeonato de forma autoritaria, ganando las cuatro carreras del certamen en circuitos que no conocía. También corrió en cuatro carreras de dicha Fórmula, sumando un podio. 2000 fue el año de la revelación del finlandés. En las filas del equipo Manor, sumó siete victorias en diez carreras, que le llevaron al título de la Fórmula Renault británica y le pusieron en el punto de mira de varios equipos. Además participó en dos carreras de la Eurocopa 2.0, ganando ambas desde la pole position, en un campeonato que se adjudicó Felipe Massa.

Peter Sauber vio en Kimi Räikkönen un talento, un diamante por pulir. El jefe de equipo suizo le dio la primera oportunidad y le hizo probar un Sauber en septiembre de 2000. Muchos criticaron la maniobra, ya que Räikkönen solo había competido en 23 carreras con un monoplaza y se le consideraba un piloto inexperto, que no tenía el bagaje suficiente para correr en la Fórmula 1. Pero Sauber dejó que el finlandés se curtiera, haciéndole probar el coche en diversos entrenamientos para que aprendiera los mecanismos y se familiarizara con el equipo.

Al final, Räikkönen debutó en 2001 con Sauber y no lo hizo mal: puntuó en su debut (sexto) y fue décimo al final de la temporada, con dos cuartos puestos como mejor resultado y acabando entre los diez primeros en todas las carreras que llegó a completar. Ron Dennis no dudó en ficharle para McLaren, ya que vio en Räikkönen al sucesor de Mika Häkkinen, que decidió tomarse un descanso. En un año marcado por los problemas mecánicos, el finlandés subió cuatro veces al podio, incluyendo en la primera carrera, en Australia (donde marcó su primera vuelta rápida) y en Francia, donde acabó segundo al resbalar con el aceite del coche de Allan McNish cuando iba en cabeza. Finalizó el campeonato 2002 en la sexta posición.

Räikkönen destacó en la igualada temporada 2003. Después de ganar su primer Gran Premio en Malasia, llegó líder a mitad de año, después de sumar seis podios en las ocho primeras carreras. Pero en Nürburgring, donde hizo su primera pole position y la vuelta rápida, se retiró en cabeza con problemas de motor. Y en Hockenheim se golpeó con Ralf Schumacher en la salida. Después de acabar segundo por detrás de Michael Schumacher en Indianápolis, Räikkönen debía ganar en Suzuka; pero fue segundo. Acabó subcampeón, dos puntos por detrás de Schumacher, con diez podios en su haber. 2004 fue una temporada para olvidar: muchos abandonos le condenaron al principio. Su bagaje fue de cuatro podios, incluyendo un segundo puesto (con pole position) en Silverstone y una victoria en Spa, que le ayudaron a acabar séptimo.

El campeonato 2005 podría haber sido el de Räikkönen, si no hubiera sido por los múltiples problemas de un McLaren muy rápido pero frágil. Siete victorias, cinco pole position y diez vueltas rápidas no fueron suficiente para el finlandés, que perdió ante un Fernando Alonso que aprovechó los problemas del McLaren en Imola (motor), Nürburgring (reventón de una rueda) y Hockenheim (sistema hidráulico). Además, tuvo que salir desde la zona media de la parrilla en cuatro ocasiones, al cambiar el motor Mercedes en dichas carreras. Después de ser subcampeón, llegó otro año malo: en 2006, McLaren mejoró la fiabilidad pero no la rapidez del coche. Así pues, en un año sin victorias para la escudería inglesa, Räikkönen acabó quinto, con seis podios (dos segundas posiciones y cuatro terceras), tres pole position y tres vueltas rápidas.

Kimi Räikkönen fue el hombre elegido por Ferrari para sustituir a Michael Schumacher. Aterrizó en la escudería italiana en 2007 y empezó pisando fuerte: primer hat-trick de su carrera (pole position, vuelta rápida y victoria) en el debut en Australia. Después de sumar algunos resultados irregulares, ganó dos carreras consecutivas en Francia y Gran Bretaña, para abandonar acto seguido en Nürburgring. Pero a partir de ahí no se bajó del podio. Al final de la temporada europea, se encontraba a once puntos de Alonso y a trece de Lewis Hamilton. Tercero en Japón, ganó en China y se puso a tres de Alonso y a siete de Hamilton a falta de la cita en Brasil. Räikkönen ganó también en Interlagos y se proclamó campeón, con un punto de ventaja sobre Hamilton y Alonso, en un doblete de Ferrari (que ganó también el Mundial de Constructores).

Con el título bajo el brazo, el devenir de Räikkönen en las siguientes dos temporadas en Ferrari fue extraño. Los más críticos acusaron al finlandés de relajarse una vez ya había sido campeón. La cuestión es que en 2008 perdió el favor del equipo, que acabó centrando sus opciones de título en Felipe Massa. Hizo diez vueltas rápidas pero solo sumó dos victorias. El abandono en Spa, donde chocó contra el muro a falta de dos vueltas escenificó la temporada de un Räikkönen que acabó tercero, lejos de Hamilton y de Massa. Los resultados empeoraron en 2009: el Ferrari no fue competitivo hasta que fue demasiado tarde. Kimi Räikkönen acabó subiendo cinco veces al podio (cuatro de ellas consecutivas) y ganó por cuarta vez en Spa, pero acabó en la sexta posición final, sufriendo con un coche que no se desarrolló al final del año.

Remplazado por Fernando Alonso, Räikkönen se marchó al Mundial de Rallies. Debutó en el Rally Arctic Lapland 2009, donde acabó decimotercero. En el Rally de Finlandia se salió de pista cuando iba tercero con un Fiat del Grupo N. Al año siguiente, compitió en el Mundial con el equipo Junior de Citroën. Su mejor resultado fue un quinto puesto en Turquía, pero se vio superado por su compañero Sébastien Ogier, que ganó dos rallies. En 2011 compitió con su propio equipo, Ice 1 Racing: solo consiguió dos sextas posiciones. Aburrido de su estancia en los rallies, Räikkönen buscó nuevos retos: corrió dos carreras de NASCAR en Charlotte con el equipo de Kyle Busch, siendo decimoquinto en una carrera de camiones y vigesimoséptimo en una de Nationwide. También probó el Peugeot que la marca utilizaba en Le Mans.

Pero el pasado mes de noviembre, Kimi Räikkönen salió a la palestra de nuevo. Después de que surgieran rumores que colocaban al finlandés en Williams, al final anunció su fichaje por Lotus, el antiguo equipo Renault. Räikkönen vuelve a la Fórmula 1, pero está por ver si su regreso será igual que el de Michael Schumacher o si lo hará mejor que el del campeón alemán. En cualquier caso, la decisión es arriesgada pero valiente. Kimi Räikkönen no tiene nada que demostrar, su capacidad y sus logros hablan por sí solos. Ahora veremos si el finlandés merece estar entre los más grandes o si su época fue flor de un día.

Y mañana en "Los hombres tienen nombre", Jérôme d'Ambrosio, el hombre que intentó resucitar a Bélgica y a Spa.

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