La Indycar Series siempre ha sido una categoría peligrosa. Tanto en los circuitos urbanos como en los ruteros o en los ovalados, los monoplazas americanos no son tan seguros como los europeos, ya que en Estados Unidos los jefes de las carreras no están tan concienciados sobre el peligro que esta actividad conlleva, un hecho que se confirma cuando se sabe que ningún piloto ha muerto en la Fórmula 1 desde Roland Ratzenberger y Ayrton Senna en 1994. Entre esos peligros se encuentran muchos pilotos europeos que no encuentran volante en la Fórmula 1 y ya han pasado su época en la Fórmula 3. Y uno de los más veteranos en estas lides es un español, concretamente un catalán.
Nacido en Pals (Gerona) en 1974, Oriol Servià es otro ejemplo de tradición familiar en el motor. Su padre Salvador fue piloto de rally y ganó dos veces el Campeonato de España de la especialidad; y su tío José María compitió en la modalidad de raids. Con 14 años se introdujo en el mundo del karting, sin ganar ningún campeonato hasta llegar al programa La Filière de Elf en 1993. Esa temporada Servià destacó en el Campus de la Fórmula Renault, donde ganó dos carreras y se proclamó subcampeón por detrás de Sébastien Philippe, compitiendo contra una legión de pilotos franceses. Los dos años siguientes estuvo con La Filière en el Campeonato francés de Fórmula Renault, sin ganar carreras pero compartiendo equipo con hombres como el propio Philippe, Sébastien Enjolras (fallecido en Le Mans en 1997) y Franck Montagny.
Bajo la tutela de Elf, Servià siguió su camino en las divisiones inferiores en dirección a la Fórmula 3 gala. 3 podios fueron su bagaje en 1996, año en el que Soheil Ayari dominó la categoría con mano de hierro; el piloto de Pals acabó en la quinta posición. Al año siguiente, logró su primera victoria en la F3, además de tres podios y una vuelta rápida, pero solo pudo ser octavo. En cuanto a su actuación en otras carreras, participó en la carrera de Spa de la F3 británica, donde fue quinto y en varias carreras de la Copa Renault Spider, acabando octavo con dos podios y una vuelta rápida. Y en las dos carreras de un día no hizo malas actuaciones: decimoséptimo en el Masters (saliendo vigesimonoveno) y sexto en Macao.
Fermín Vélez le aconsejó y Oriol Servià se marchó a Estados Unidos para progresar en el automovilismo. Fichó por el equipo Dorricott Racing, de la Indy Lights, y permaneció dos temporadas rindiendo a muy buen nivel para ser un debutante en circuitos ovalados. Dos podios a finales de temporada (Trois-Rivières y Laguna Seca) sumados a un cuarto y un quinto le permitieron acabar séptimo en 1998. Pero en 1999 llegó el gran momento: Dorricott dominó la temporada y Servià ganó el campeonato, por delante de sus compañeros Casey Mears y Philipp Peter. Sorprendentemente no ganó ninguna carrera, igual que Mears, pero su regularidad (cinco podios y un solo abandono en doce carreras) y sus tres pole position le ayudaron a conquistar la corona. Y un asiento en la CART.
PPI Motorsport fue el siguiente destino de Servià, que desde entonces se ha centrado en el automovilismo norteamericano. La temporada 2000 fue complicada, y el piloto catalán sufrió varios accidentes, pero se las arregló para ser sexto en Long Beach, quinto en Gateway y tercero en Detroit (por detrás de Max Papis y de Helio Castroneves); acabó decimoquinto y fue el segundo mejor debutante, tras Kenny Bräck. PPI se marchó a la NASCAR después de que Telefónica retirara el patrocinio a Servià, que encontró refugio en el equipo Sigma Autosport, debutante en la categoría. Dos quintas posiciones fueron su mejor resultado, y solo pudo ser decimonoveno a finales de 2001.
Con los equipos de la CART huyendo hacia la IRL, Oriol Servià se mantuvo fiel a la categoría y fichó por el equipo PacWest de cara a 2002, con Scott Dixon como compañero. Pero el equipo se quedó sin patrocinadores y cerró después de tres carreras. Dixon pudo ir a Ganassi, mientras que Servià tuvo que esperar hasta que a mitad de año reemplazó a Townsend Bell en Patrick Racing. Dos grandes actuaciones en óvalos (cuarto en Rockingham y quinto en Fontana) le sirvieron para acabar decimosexto y le valieron la renovación. También intentó clasificarse para las 500 millas, sin éxito. Ya en 2003, los resultados llegaron: acabó la temporada en la séptima posición, con dos segundos puestos en Milwaukee y Montréal y un tercero en Detroit, además de muchas carreras entre las cinco primeras posiciones.
La nueva Champ Car empezó con parrillas pobres, que a veces no superaban los 20 coches por carrera. En medio del caos organizativo y de calendario, Servià volvió a buscarse la vida después de la disolución de Patrick Racing y llegó al equipo de Dale Coyne, veterano pero modesto. El resultado fue otro podio (tercero en Laguna Seca) y más carreras entre los mejores, pero solo acabó décimo. La gran oportunidad llegó en 2005. Después de correr las dos primeras citas con Dale Coyne, sustituyó a Bruno Junqueira, que se lesionó en un fuerte accidente en Indianápolis. Durante el resto del año, Servià fue uno de los pilotos punteros, en su máquina del equipo Newman/Haas Racing, logrando la vuelta rápida en Cleveland, la pole position en Australia y la ansiada victoria en Montréal. Un total de siete podios le valieron un merecido subcampeonato.
Newman/Haas intentó poner a Servià en un tercer coche para 2006, junto con Junqueira y el vigente bicampeón Sébastien Bourdais, pero al no poder por falta de presupuesto el piloto de Pals tuvo que irse al equipo PKV Racing, compartiendo box con Katherine Legge. La zona media estuvo muy igualada, y eso hizo que los errores se pagaran muy caros. Servià abandonó en varias ocasiones y no siempre por su culpa. Finalizó entre los diez primeros en las carreras que acabó pero solo pudo ser undécimo, con una tercera posición en Cleveland como mejor resultado.
En la que sería la última temporada de la Champ Car, Servià se quedó sin volante para correr en Las Vegas, la primera prueba de la temporada 2007. Pero entró en el equipo Forsythe a partir de la segunda carrera, como sustituto del lesionado Paul Tracy. Y se quedó gracias a su actuación en Houston, donde arrancó decimoquinto y finalizó segundo, solo por detrás de Bourdais. En las dos últimas carreras, estuvo en las filas del equipo PKV de nuevo. Aunque no luchó por el título, dos terceros puestos en San José y México le auparon hasta la sexta posición final; ese mismo año también participó en las 24 horas de Daytona, sin éxito.
La vida automovilística de Oriol Servià sufrió otro cambio en 2008, con la fusión entre la Champ Car y la IndyCar Series. Servià estuvo presente en la última carrera de Champ Car, siendo quinto en Long Beach. El resto de la temporada la disputó en la IndyCar, con KV Racing Technology, siendo noveno en la clasificación y sumando una cuarta y cinco quintas posiciones como mejor resultado. Servià volvió a quedarse sin asiento en 2009, año en el que solo compitió en cinco carreras: abandonó en las 500 millas, y sustituyó a Robert Doornbos en Newman/Haas, siendo cuarto en Motegi. Después de no correr en 2010, volvió a Newman/Haas en 2011 y ha hecho muy buena campaña: no ha abandonado en ninguna carrera, y ha acabado cuarto, con tres podios (segundo en New Hampshire y Baltimore, tercero en Milwaukee).
Oriol Servià no ha disfrutado de un gran reconocimiento mediático en este país, en parte por competir en Estados Unidos y en parte por no ser campeón, algo imprescindible para que en España se siga a un deportista. Pero el piloto de Pals no cede en su empeño y seguirá en la IndyCar, sea en Newman/Haas o en otra escuadra, dispuesto a luchar por un título que recompensaría tantos años de sacrificio y sufrimiento.
Y el próximo viernes en "Los hombres tienen nombre", Charles Pic, el joven francés perteneciente a una agencia.
Nacido en Pals (Gerona) en 1974, Oriol Servià es otro ejemplo de tradición familiar en el motor. Su padre Salvador fue piloto de rally y ganó dos veces el Campeonato de España de la especialidad; y su tío José María compitió en la modalidad de raids. Con 14 años se introdujo en el mundo del karting, sin ganar ningún campeonato hasta llegar al programa La Filière de Elf en 1993. Esa temporada Servià destacó en el Campus de la Fórmula Renault, donde ganó dos carreras y se proclamó subcampeón por detrás de Sébastien Philippe, compitiendo contra una legión de pilotos franceses. Los dos años siguientes estuvo con La Filière en el Campeonato francés de Fórmula Renault, sin ganar carreras pero compartiendo equipo con hombres como el propio Philippe, Sébastien Enjolras (fallecido en Le Mans en 1997) y Franck Montagny.
Bajo la tutela de Elf, Servià siguió su camino en las divisiones inferiores en dirección a la Fórmula 3 gala. 3 podios fueron su bagaje en 1996, año en el que Soheil Ayari dominó la categoría con mano de hierro; el piloto de Pals acabó en la quinta posición. Al año siguiente, logró su primera victoria en la F3, además de tres podios y una vuelta rápida, pero solo pudo ser octavo. En cuanto a su actuación en otras carreras, participó en la carrera de Spa de la F3 británica, donde fue quinto y en varias carreras de la Copa Renault Spider, acabando octavo con dos podios y una vuelta rápida. Y en las dos carreras de un día no hizo malas actuaciones: decimoséptimo en el Masters (saliendo vigesimonoveno) y sexto en Macao.
Fermín Vélez le aconsejó y Oriol Servià se marchó a Estados Unidos para progresar en el automovilismo. Fichó por el equipo Dorricott Racing, de la Indy Lights, y permaneció dos temporadas rindiendo a muy buen nivel para ser un debutante en circuitos ovalados. Dos podios a finales de temporada (Trois-Rivières y Laguna Seca) sumados a un cuarto y un quinto le permitieron acabar séptimo en 1998. Pero en 1999 llegó el gran momento: Dorricott dominó la temporada y Servià ganó el campeonato, por delante de sus compañeros Casey Mears y Philipp Peter. Sorprendentemente no ganó ninguna carrera, igual que Mears, pero su regularidad (cinco podios y un solo abandono en doce carreras) y sus tres pole position le ayudaron a conquistar la corona. Y un asiento en la CART.
PPI Motorsport fue el siguiente destino de Servià, que desde entonces se ha centrado en el automovilismo norteamericano. La temporada 2000 fue complicada, y el piloto catalán sufrió varios accidentes, pero se las arregló para ser sexto en Long Beach, quinto en Gateway y tercero en Detroit (por detrás de Max Papis y de Helio Castroneves); acabó decimoquinto y fue el segundo mejor debutante, tras Kenny Bräck. PPI se marchó a la NASCAR después de que Telefónica retirara el patrocinio a Servià, que encontró refugio en el equipo Sigma Autosport, debutante en la categoría. Dos quintas posiciones fueron su mejor resultado, y solo pudo ser decimonoveno a finales de 2001.
Con los equipos de la CART huyendo hacia la IRL, Oriol Servià se mantuvo fiel a la categoría y fichó por el equipo PacWest de cara a 2002, con Scott Dixon como compañero. Pero el equipo se quedó sin patrocinadores y cerró después de tres carreras. Dixon pudo ir a Ganassi, mientras que Servià tuvo que esperar hasta que a mitad de año reemplazó a Townsend Bell en Patrick Racing. Dos grandes actuaciones en óvalos (cuarto en Rockingham y quinto en Fontana) le sirvieron para acabar decimosexto y le valieron la renovación. También intentó clasificarse para las 500 millas, sin éxito. Ya en 2003, los resultados llegaron: acabó la temporada en la séptima posición, con dos segundos puestos en Milwaukee y Montréal y un tercero en Detroit, además de muchas carreras entre las cinco primeras posiciones.
La nueva Champ Car empezó con parrillas pobres, que a veces no superaban los 20 coches por carrera. En medio del caos organizativo y de calendario, Servià volvió a buscarse la vida después de la disolución de Patrick Racing y llegó al equipo de Dale Coyne, veterano pero modesto. El resultado fue otro podio (tercero en Laguna Seca) y más carreras entre los mejores, pero solo acabó décimo. La gran oportunidad llegó en 2005. Después de correr las dos primeras citas con Dale Coyne, sustituyó a Bruno Junqueira, que se lesionó en un fuerte accidente en Indianápolis. Durante el resto del año, Servià fue uno de los pilotos punteros, en su máquina del equipo Newman/Haas Racing, logrando la vuelta rápida en Cleveland, la pole position en Australia y la ansiada victoria en Montréal. Un total de siete podios le valieron un merecido subcampeonato.
Newman/Haas intentó poner a Servià en un tercer coche para 2006, junto con Junqueira y el vigente bicampeón Sébastien Bourdais, pero al no poder por falta de presupuesto el piloto de Pals tuvo que irse al equipo PKV Racing, compartiendo box con Katherine Legge. La zona media estuvo muy igualada, y eso hizo que los errores se pagaran muy caros. Servià abandonó en varias ocasiones y no siempre por su culpa. Finalizó entre los diez primeros en las carreras que acabó pero solo pudo ser undécimo, con una tercera posición en Cleveland como mejor resultado.
En la que sería la última temporada de la Champ Car, Servià se quedó sin volante para correr en Las Vegas, la primera prueba de la temporada 2007. Pero entró en el equipo Forsythe a partir de la segunda carrera, como sustituto del lesionado Paul Tracy. Y se quedó gracias a su actuación en Houston, donde arrancó decimoquinto y finalizó segundo, solo por detrás de Bourdais. En las dos últimas carreras, estuvo en las filas del equipo PKV de nuevo. Aunque no luchó por el título, dos terceros puestos en San José y México le auparon hasta la sexta posición final; ese mismo año también participó en las 24 horas de Daytona, sin éxito.
La vida automovilística de Oriol Servià sufrió otro cambio en 2008, con la fusión entre la Champ Car y la IndyCar Series. Servià estuvo presente en la última carrera de Champ Car, siendo quinto en Long Beach. El resto de la temporada la disputó en la IndyCar, con KV Racing Technology, siendo noveno en la clasificación y sumando una cuarta y cinco quintas posiciones como mejor resultado. Servià volvió a quedarse sin asiento en 2009, año en el que solo compitió en cinco carreras: abandonó en las 500 millas, y sustituyó a Robert Doornbos en Newman/Haas, siendo cuarto en Motegi. Después de no correr en 2010, volvió a Newman/Haas en 2011 y ha hecho muy buena campaña: no ha abandonado en ninguna carrera, y ha acabado cuarto, con tres podios (segundo en New Hampshire y Baltimore, tercero en Milwaukee).
Oriol Servià no ha disfrutado de un gran reconocimiento mediático en este país, en parte por competir en Estados Unidos y en parte por no ser campeón, algo imprescindible para que en España se siga a un deportista. Pero el piloto de Pals no cede en su empeño y seguirá en la IndyCar, sea en Newman/Haas o en otra escuadra, dispuesto a luchar por un título que recompensaría tantos años de sacrificio y sufrimiento.
Y el próximo viernes en "Los hombres tienen nombre", Charles Pic, el joven francés perteneciente a una agencia.