lunes, 14 de noviembre de 2011

Receta peligrosa de circuitos permanentes, urbanos y ovalados: IndyCar Series 2011 (II)

En julio llegaron las dos citas canadienses: Dario Franchitti ganó en Toronto por delante de Scott Dixon y Ryan Hunter-Reay, en una carrera llena de incidentes y de banderas amarillas. Tony Kanaan, Will Power y Alex Tagliani abandonaron, pero pilotos como Ryan Briscoe, Takuma Sato y Danica Patrick se accidentaron varias veces. Incluso hubo tiempo para formar dos montoneras. En la vuelta 48 Paul Tracy tocó a Vitor Meira, haciendo que Sébastien Bourdais se estrellara y que Graham Rahal embistiera a Charlie Kimball. Y en la 76, Marco Andretti se llevó por delante a Oriol Servià, que tocó a Justin Wilson y bloqueó el camino a James Hinchcliffe, Mike Conway y Kimball.

La carrera en Edmonton no fue tan excitante. Con solo 3 abandonos, se disputó en el mismo aeropuerto que en anteriores ediciones, pero el trazado del circuito fue distinto y no propició tanta emoción. Rahal y Tracy quedaron fuera de carrera nada más empezar, mientras que Servià y Dixon perdieron varias vueltas reparando sus desperfectos en boxes.  Power adelantó a Sato, el hombre de la pole, en la vuelta 19, y siguió en cabeza hasta el final. Hélio Castroneves participó en el doblete de Penske, con Dario Franchitti completando el podio. Sato se tocó más tarde con Hunter-Reay y acabó en la parte de atrás.

Y empezó el mes de agosto, de vuelta en suelo estadounidense. La primera parada fue Mid-Ohio. Wilson embistió a Castroneves y Ernesto Viso hizo lo propio con J. R. Hildebrand, formando un pequeño caos en la vuelta 29. Dixon empezó mandando desde la primera fila, pero una temprana bandera amarilla por el abandono de Sebastián Saavedra posibilitó el salto al liderato de Hinchcliffe, que se mantuvo delante durante 26 vueltas, hasta que cedió ante Dixon en las paradas en boxes, para regocijo de Chip Ganassi (que hizo doblete). Dixon, Franchitti y Hunter-Reay formaron el podio, mientras que un toque entre Danica Patrick y Graham Rahal en la vuelta 56 perjudicó a muchos pilotos que no se habían detenido, entre ellos Will Power, que solo pudo ser decimocuarto. Hinchcliffe finalizó vigésimo después de salirse de la pista.

Una semana después, el óvalo de New Hampshire volvió al calendario y dejó una carrera para el recuerdo. Bajo un cielo tapado, Mike Conway y Graham Rahal abandonaron por accidente nada más comenzar. Justo después, Castroneves perdía el control en la misma curva pero pudo continuar. La primera bandera amarilla por lluvia llegó en la vuelta 76 y duró mucho tiempo. Tras el reinicio, los líos volvieron en el giro número 111. Tomas Scheckter y Tony Kanaan hicieron un bocadillo, con Marco Andretti en el papel de embutido. El resultado fue el esperado: Kanaan y Scheckter se accidentaron y Andretti abandonó con problemas de suspensión.

La segunda mitad de carrera fue incluso más excitante que la primera. Takuma Sato tocó en el reinicio a Dario Franchitti, que había dominado la primera parte de la competición y que abandonó por primera vez en dos años y medio. Al mismo tiempo, Viso volvió a estrellarse con Hildebrand, provocando la retirada de este. Alex Tagliani sufrió un incendio en boxes, sin consecuencias para él. La lluvia hizo acto de presencia de nuevo en la vuelta 207, cuando quedaban 18 para el final. A falta de nueve giros, se reinició la carrera con pequeñas gotas de agua. Danica Patrick se deslizó y propició que otros pilotos resbalaran, entre ellos Power y Sato. Después de varias discusiones, la carrera se dio por finalizada antes de la salida de la bandera amarilla. Ryan Hunter-Reay ganó, seguido de un inconmensurable Oriol Servià y de un sólido Scott Dixon.

Infineon significó el regreso a los circuitos ruteros. Bajo un sol de justicia, Will Power no dejó nada en el plato y ganó de calle su quinta carrera del año. El triplete del equipo de  Roger Penske (Hélio Castroneves y Ryan Briscoe también subieron al podio) fue el primero desde 1994. Ho-Pin Tung dio emoción al provocar una bandera amarilla a falta de 10 vueltas para el final, pero dicho accidente solo sirvió para que las posiciones se intercambiaran en la parte de atrás. Por detrás del trío de Penske acabaron Franchitti y Dixon. La ventaja de Franchitti sobre Power ya había cambiado considerablemente: 62 puntos en Mid-Ohio, 47 en New Hampshire, 26 en Infineon.

El circuito urbano de Baltimore organizó su primera carrera la semana siguiente, a principios de septiembre. La carrera tuvo cierta acción. Graham Rahal se puso líder en la primera curva, pero el poleman Power le adelantó en la tercera. En esa misma curva se formó una montonera en la vuelta 38, después de una bandera amarilla. Briscoe embistió a Hunter-Reay y provocó el pinchazo de Dixon y doce coches encallados, entre ellos Danica Patrick y Castroneves. Takuma Sato caló el coche en la misma curva a falta de dos vueltas pero no se señalizó nada. Sexta victoria del año para Power, que se ponía a solo cinco puntos de Franchitti en la clasificación. Oriol Servià y Tony Kanaan, tan rápidos como consistentes, completaron el podio.

La cita japonesa de la IndyCar se corrió una vez más en Motegi. Pero no en el óvalo, dañado por los terremotos que acompañaron a la catástrofe nuclear de Fukushima, sino en el circuito rutero, que utiliza MotoGP. Franchitti chocó con Briscoe en un reinicio (vuelta 26) y se fue a la parte de atrás, remontando hasta la octava posición final. Dixon comandó la carrera con mano de hierro, sin soltar el liderato. Power (nuevo líder del campeonato) y Marco Andretti le acompañaron en el podio de una carrera que fue la última en Japón y que sucedió sin pena ni gloria.

Las dos últimas carreras volvieron a territorio estadounidense. Y Estados Unidos es sinónimo de óvalos. La batalla en Kentucky se hizo vistosa. Franchitti y Dixon lucharon durante gran parte de la carrera. Pero la acción ocurrió en boxes, donde ocurrieron escenas pintorescas. Power perdió el liderato y las opciones de victoria al chocar con Ana Beatriz. Simona de Silvestro trompeó en boxes y provocó una bandera amarilla. Ernesto Viso se pasó de frenada y Andretti abandonó después de chocar con Sébastien Bourdais. Y J. R. Hildebrand también embistió a sus mecánicos. Después de un accidente de Beatriz en la vuelta 166 de 200, Franchitti y Ed Carpenter rodaron las últimas 20 vueltas en paralelo hasta la caída de la bandera a cuadros. Carpenter ganó por 10 milésimas, mientras que Franchitti volvía a ser líder. Dixon completó el cajón.

El final es sobradamente conocido. Antes del accidente mortal de Dan Wheldon, hubo un contacto peligroso en la sexta vuelta que protagonizaron Marco Andretti y Alex Tagliani. La carrera de Las Vegas se dio por finalizada y la IndyCar Series cerró la temporada de forma triste. Dario Franchitti ganó el campeonato seguido de Will Power y de Scott Dixon. Oriol Servià, Tony Kanaan, Ryan Briscoe, Ryan Hunter-Reay, Marco Andretti, Graham Rahal y Danica Patrick completan los diez primeros puestos. James Hinchcliffe (duodécimo) se ha proclamado mejor debutante del año, por delante de J. R. Hildebrand (decimocuarto).

Pero no todo es malo. El año ha dado algunas carreras aburridas pero otras espectaculares. Hemos pasado de los bostezos de Texas, Edmonton, Infineon o Motegi a las carreras emocionantes: la lluvia en Brasil y New Hampshire, los imprevistos de las 500 millas, las curvas malditas de Milwaukee, Iowa y Toronto y los accidentes de St. Petersburg, Alabama y Long Beach, entre otros. El año no acaba bien, pero el nuevo modelo de coche reforzará la seguridad. Y la popularidad puede subir, aunque el campeonato se vea afectado por el fallecimiento de Wheldon y la marcha de Danica Patrick a la NASCAR. Solo faltan acuerdos con los propietarios de los circuitos ovalados. Lo demás, ya está en marcha.

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