sábado, 24 de diciembre de 2011

Los hombres tienen nombre: Lucas di Grassi

Europa es el centro del universo automovilístico de alto nivel. Todos los niños que sueñan con ser pilotos quieren llegar a la Fórmula 1, la máxima expresión. Y para ello tienen que venir o ser de Europa, ya que es en el viejo continente donde los equipos tienen sus factorías y sus sedes. Históricamente, el mayor colectivo que ha llegado desde fuera de Europa es el de los pilotos brasileños. La mayor parte pertenecen a familias con tradición de pilotos o vienen con pequeños patrocinadores a sus espaldas. Pero siempre hay alguna excepción que logra entrar en el mundillo discretamente, sin llamar demasiado la atención hasta llegar a destacar, como nuestro piloto de hoy.

Lucas di Grassi nació en São Paulo en 1984. Su debut en los karts fue meteórico: en 1997, su primer año, ya fue campeón paulista y bandeirante en la categoría junior. El ascenso de di Grassi por las diferentes categorías del karting brasileño fue espectacular. Se proclamó campeón sudamericano júnior en 1998. Logró la pole position en la famosa Copa de Mónaco en 1999, año en el que ganó el campeonato brasileño y acabó cuarto en el de Norteamérica. Ya en la categoría de Fórmula A, fue campeón panamericano, subcampeón brasileño y quinto en el mundial del año 2000. Su última temporada en karts (2001) se saldó con el subcampeonato en Brasil y tercer puesto en el campeonato panamericano de Super A.

Di Grassi empezó a competir en monoplazas en 2002, participando en el campeonato brasileño de Fórmula Renault (que se estrenaba). Con el equipo G Force Motorsport ganó dos carreras, subió al podio seis veces y logró una pole position, pero se tuvo que conformar con el subcampeonato, por detrás de Sérgio Jimenez. Se pasó a la Fórmula 3 sudamericana en 2003. Pero se vio ensombrecido por la figura de Danilo Dirani, que ganó 14 de las 18 carreras del campeonato y se llevó el título con claridad. El único hombre al que no dobló en puntos fue di Grassi (subcampeón de nuevo), que ganó una carrera y logró once podios con Avallone Motorsport. En la primavera de ese mismo año, participó en cuatro carreras de la Fórmula 3 Euroseries, en el equipo Prema Powerteam, siendo noveno y cuarto en Pau.

Para seguir su camino, Lucas di Grassi se instaló en Gran Bretaña en 2004, disputando la Fórmula 3 británica en las filas del equipo Hitech Racing. En la tercera cita (Croft) ya subió al podio y en Thruxton ganó las dos carreras. Al final acabó octavo, con dos victorias, dos pole position y seis podios. También participó con Hitech en las competiciones de F3 más prestigiosas, con una mezcla de resultados: sexto en Pau, quinto en el Masters, decimonoveno en el Superprix de Baréin y tercero en Macao.

Renault seleccionó a di Grassi para su programa de jóvenes pilotos en 2005 y el brasileño pudo probar los coches del fabricante francés. Ese mismo año se marchó a la Fórmula 3 Euroseries, participando en esta disciplina con el equipo Manor Motorsport. El dúo formado por Lewis Hamilton y Adrian Sutil en el equipo ART dominó la temporada y el piloto de São Paulo acabó siendo el mejor de los demás, acabando tercero con una victoria, dos pole position y seis podios en su haber. Y en cuanto a las carreras de Fórmula 3 más importantes, los resultados fueron impresionantes: tercero en el Masters, tras Sutil y Hamilton, y ganador del GP de Macao, por delante de Robert Kubica y de Sebastian Vettel.

Después de solo cuatro años corriendo en fórmulas, Lucas di Grassi se plantó en la GP2 en la temporada 2006. Pero el año de debut se complicó, ya que con el equipo Durango no se podían marcar grandes objetivos. A mediados de temporada puntuó en tres ocasiones y ese hecho le sirvió para terminar en la decimoséptima posición, con ocho puntos. Los resultados mejoraron en 2007, y de qué manera. En las filas de ART, campeón de las dos últimas temporadas, logró una regularidad asombrosa que le permitió luchar por el campeonato. Después de ganar en Turquía se puso líder a falta de la última cita, con un punto de ventaja sobre Timo Glock. Pero en el circuito de Cheste el alemán fue séptimo en la primera carrera y ganó la segunda, mientras que di Grassi no puntuó y finalizó subcampeón (con una victoria y siete podios).

2008 fue una temporada extraña para di Grassi, que se aprovechó de la extrema igualdad en la GP2. Empezó el año tarde, sustituyendo a Ben Hanley en el equipo Barwa Addax en junio. Pero a pesar de disputar seis carreras menos acabó tercero, por detrás de Giorgio Pantano y de Bruno Senna. Tres victorias y seis podios no fueron suficientes para ganar el campeonato. A finales de año probó un Honda de Fórmula 1, a pesar de estar bajo contrato con Renault, donde ejercía de tercer piloto. Aunque su nombre ya empezaba a conocerse en el paddock, di Grassi siguió en GP2 en 2009, en el equipo Racing Engineering. El año fue bueno, pero no hubo evolución: el brasileño finalizó tercero, por detrás de Nico Hülkenberg y de Vitaly Petrov (sumando una victoria y ocho podios).

El equipo Virgin, necesitaba dos tipos de piloto muy diferentes de cara a su debut en la Fórmula 1 en 2010: un piloto que tuviera experiencia y otro que tuviera hambre de ganar. Y para ello ficharon a Timo Glock y a Lucas di Grassi. El coche no salió muy bien, ya que el equipo británico acabó último en el Mundial de Constructores. En cuanto a las actuaciones de los pilotos, Glock fue más rápido en términos generales pero di Grassi logró mejores resultados (especialmente la decimocuarta posición en Malasia y la decimoquinta en Singapur). A pesar de los números y las estadísticas, Glock siguió como jefe de filas y antes de las navidades de 2010Lucas di Grassi perdió su asiento en beneficio de Jérôme d'Ambrosio, probador del equipo y que llevaba consigo algunos patrocinadores vitales para el futuro del equipo a corto plazo.

Desde entonces, di Grassi no ha vuelto a competir y se ha limitado a ser el probador oficial de Pirelli, haciendo pruebas con diferentes tipos de neumáticos. El piloto brasileño no está corriendo porque no tiene dinero, una lacra que se ha incrementado en tiempos de crisis y que imposibilita la llegada de muchos pilotos prometedores a las categorías más destacadas, como la Fórmula 1, la GP2, la IndyCar o incluso las World Series by Renault. Este hecho deja en el banquillo a hombres como Lucas di Grassi, que tiene muy complicado estar en la parrilla en 2012. Lo aconsejable sería que di Grassi lograra un volante, aunque sea en GP2 de nuevo, para no perder la forma, que es lo peor que le puede ocurrir a un piloto de élite.

Y el próximo viernes en "Los hombres tienen nombre", Sam Bird, la valentía británica al servicio de Mercedes. Felices fiestas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario