La carrera de resistencia más antigua y popular del mundo ha vuelto. Una vez más, las 24 horas de Le Mans han vuelto, para animar el mes de junio. 56 coches, divididos en cuatro categorías, competirán por la gloria en las calles de esta ciudad del norte de Francia. En resistencia hay pilotos conocidos que encuentran refugio en estas carreras, y otros menos conocidos que buscan hacer un buen papel para estar en futuras agendas. El hombre del que vamos a hablar hoy no necesita tarjeta de presentación, ya que es sobradamente conocido.
Nacido en 1966 en Oullins, un barrio del sur de Lyon, Olivier Panis fue uno de los últimos pilotos franceses en destacar en la Fórmula 1. Empezó en el mundo de los karts, para pasar a los monoplazas en 1988, con 21 años, una edad tardía en la actualidad pero habitual entonces. Ganó la Fórmula Renault francesa en 1989, en su segundo año en la categoría. De ahí subió a la Fórmula 3 francesa, donde fue cuarto en 1990 y segundo en 1991, tras Christophe Bouchut.
Nacido en 1966 en Oullins, un barrio del sur de Lyon, Olivier Panis fue uno de los últimos pilotos franceses en destacar en la Fórmula 1. Empezó en el mundo de los karts, para pasar a los monoplazas en 1988, con 21 años, una edad tardía en la actualidad pero habitual entonces. Ganó la Fórmula Renault francesa en 1989, en su segundo año en la categoría. De ahí subió a la Fórmula 3 francesa, donde fue cuarto en 1990 y segundo en 1991, tras Christophe Bouchut.
Gracias a su buen hacer en las categorías inferiores galas, el equipo Apomatox lo contrató para participar en la Fórmula 3000 en 1992. En una temporada accidentada, solo puntuó en dos citas, pero acabó tercero en Silverstone y segundo en Magny-Cours, lo que le valió para ser décimo en la clasificación final. Al año siguiente, se fue al equipo DAMS, ya conocido por aquella época, y logró tres victorias de forma consecutiva, proclamándose campeón. Ello le valió granjearse la atención de varios equipos de Fórmula 1, disciplina en la que entraría de la mano del equipo Ligier.
Panis, que era considerado el sucesor de Alain Prost, empezó bien su andadura en la máxima categoría del automovilismo. Fue undécimo en 1994, en una temporada sólida, con un segundo puesto como mejor resultado (en Hockenheim), y solo dos abandonos, uno de ellos por descalificación. En 1995 lo hizo aún mejor, con otro segundo puesto, esta vez en Australia, varias posiciones en la zona de puntos y una octava posición en la clasificación. Y en 1996 alcanzó su cénit con la victoria en Mónaco, saliendo decimocuarto, en la carrera con menos coches en la meta de toda la historia de la Fórmula 1. El resto del año no fue tan bueno pero Panis se las arregló para ser noveno al final del mismo.
La compra del equipo Ligier por parte de Prost fue, a posteriori, la perdición del mismo, y también de la carrera de Olivier Panis en la Fórmula 1, que parecía prometedora. Después de comenzar fuerte en la temporada 1997, con un tercer puesto en Brasil y un segundo en España, y siendo tercero en la clasificación, Panis sufrió en Canadá el accidente más grave de su carrera deportiva. Un choque a alta velocidad en la curva cinco segó la temporada del francés, que se rompió las dos piernas. Panis volvió en las tres últimas carreras y pudo acabar noveno en la clasificación.
Los dos años siguientes no fueron buenos para Panis. En 1998, no pudo sumar ningún punto con un Prost muy poco competitivo, como demuestra el noveno puesto que consiguió como mejor resultado. Fue vigesimosegundo ese año y decimoquinto en 1999, con un monoplaza mejor, aunque tuvo que aprovechar carreras movidas para conseguir puntos. Después de ver que no tenía futuro si se mantenía en la misma estructura, Panis se fue a McLaren, donde fue piloto probador durante el año 2000.
BAR Honda le fichó para otras dos temporadas. En 2001 Panis fue regular, pero el coche no subía más allá de la zona media, y se quedó con una cuarta posición como mejor resultado, sumando cinco puntos. Las cosas no mejoraron al año siguiente, sumó tres puntos y acabó muy pocas carreras, tanto por accidentes como por problemas mecánicos. Ambos años fue decimocuarto. A finales de 2002, se fue de BAR en dirección a Toyota, dejando su asiento a un joven Jenson Button.
La marca nipona necesitó la experiencia de Panis para aprender y evolucionar en la Fórmula 1. El piloto francés permaneció dos años en la escudería japonesa, logrando seis puntos y un quinto puesto como mejor actuación, tanto en 2003 como en 2004. En 2005 y 2006 Panis pasó a ser el piloto de pruebas de Toyota, hasta que anunció su retirada a finales de año.
Pero después de tomarse 2007 como un año sabático, Olivier Panis volvió a la acción en 2008, siendo piloto oficial del equipo Oreca en carreras de resistencia y en las Le Mans Series, función que sigue desempeñando en la actualidad. Siempre con el ex-piloto de GP2 Nicolas Lapierre como compañero, fue noveno en la clasificación final. Ese primer año se retiró en Le Mans, pero fue tercero en los 1000 Kilómetros de Spa, a los mandos de un Courage LC70. Después de muchos abandonos el año anterior, la temporada 2009 fue mejor. Con el Oreca 01 de construcción propia, Panis fue tercero al final, con un quinto puesto en las 24 horas, dos cuartos en Algarve y Spa y una victoria en la última prueba en Silverstone.
La cesión del 908 HDi FAP oficial por parte de Peugeot, hizo que Oreca mejorara aún más en 2010. Una victoria en Algarve y una segunda posición en Silverstone dieron el campeonato a Oreca y a Panis. En Le Mans, el Peugeot se averió a falta de una hora y cuarto, cuando había grandes opciones para subir al podio. Hizo una sustitución en el Campeonato Mundial de GT1 en Paul Ricard, siendo decimoctavo en la primera carrera y retirándose en la segunda. Este año, suma un décimo puesto en Spa y la victoria absoluta en las 12 horas de Sebring. Aunque el coche no vaya tan rápido debido al cambio de reglamento que la ACO ha efectuado, no hay que descartar a nadie.
Habitual del trofeo Andros de carreras sobre hielo, Olivier Panis es otro caso de piloto que consigue labrarse una reputación después de su paso por la Fórmula 1. Los 45 años no le afectan, y está dispuesto a dar mucha guerra esta temporada. Mañana, le espera la prueba de fuego, las 24 horas de Le Mans, que no perdonan a nadie. Y Panis se sentará en su Peugeot, listo, junto con Lapierre y con Loïc Duval a hacer historia. La última vez que un equipo cien por cien francés ganó en Le Mans fue el Rondeau privado, con Jean Rondeau y Jean-Pierre Jaussaud, en 1980. Treinta y un años después, Hugues de Chaunac y Panis quieren repetir victoria.
Y la semana que viene en "Los hombres tienen nombre", Pedro Martínez de la Rosa, el hombre del día.
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