martes, 17 de mayo de 2011

Tocando fondo en la ciudad de los Grand Prix

Pau es una pequeña ciudad situada en la región de Aquitania, en el suroeste de Francia. Su castillo, de estilo medieval-renacentista, es monumento histórico desde hace dos siglos. En Pau se creó la marca de combustibles Elf, ahora propiedad del grupo Total, y en ella se encuentra su principal centro de investigación y desarrollo. Pau está hermanada con Katmandú, Göttingen, Setúbal y Zaragoza, entre otras ciudades. Pero también ha destacado en el ámbito deportivo. Su equipo de baloncesto, el Pau-Orthez, ha ganado nueve Ligas y seis Copas francesas; es la tercera ciudad por la que el Tour de Francia ha pasado más veces. Y es donde nacieron los Grandes Premios como tal.

Aunque la primera carrera de coches fue la París-Burdeos realizada en el año 1895, Pau organizó su primer evento de motor y lo denominó "Grand Prix", en 1901. Las carreras no regresarían hasta 1933, cuando la ciudad creó el Gran Premio de Pau, que se ha disputado desde entonces, con pocas ausencias. El año pasado el evento no se celebró por primera vez desde 1956. Bastante hubo con lo ocurrido el año anterior.

Hoy, 17 de mayo, se cumplen dos años de un episodio, cuanto menos, peculiar. El Mundial de Turismos se desplazaba a la pequeña ciudad para celebrar la tercera cita de la temporada 2009, la primera en tierras europeas. Después de una primera carrera tranquila, en la segunda se desató la caja de los truenos.

En la salida, los dos BMW de Franz Engstler y Félix Porteiro adelantaron al Chevrolet de Alain Menu, que mantuvo la segunda plaza por delante del alicantino. Entrando en la Gare, la segunda curva, el grupo se apretó y eso provocó que Andy Priaulx empujara a Jörg Müller contra el muro, dañando la rueda delantera izquierda. Justo después, por debajo del Pont Oscar, Porteiro echó fuera de pista a Sergio Hernández, que intentaba adelantarle por el exterior. Unos 20 segundos más tarde, Tom Boardman, que iba sexto, perdió el control de su SEAT en la curva larga a derechas antes de Foch, y también se vio obligado a retirarse. Estos tres incidentes obligaron a hacer salir al coche de seguridad, que era un Chevrolet Cruze. Y aquí llegó la gota que colmó el vaso. El Safety Car salió justo cuando Engstler ya había trazado la primera curva, y pasó la línea blanca, poniéndose claramente en medio de la pista. El alemán no tuvo tiempo de reaccionar, chocó contra el Chevrolet y se fue contra el muro a unos 140 km/h.

La carrera se vio obligada a detenerse y posteriormente fue reanudada, con victoria para Alain Menu, que iba detrás de Engstler cuando este sufrió el percance que le dejó fuera de carrera. A partir de entonces, se designó al portugués Bruno Correia como conductor oficial del coche de seguridad, haciendo las mismas funciones que Bernd Mayländer en la Fórmula 1. Días después, la FIA dijo en un comunicado que el Safety Car no tenía la orden de Dirección de Carrera para salir a pista, a pesar de que los comisarios agitaron las banderas y mostraron los carteles. Además, un análisis posterior desveló que nada más y nada menos que 15 pilotos, incluidos los cinco oficiales de SEAT y varios de los pilotos invitados, excedieron el límite de revoluciones y de presión del turbo, una maniobra claramente ilegal que se saldó con una reprimenda por "circunstancias extraordinarias", debido al confuso comienzo de carrera. 

En resumen, que la FIA la pifió, dejando al Mundial de Turismos de la mano de Dios hasta que alguien vio que la situación les había superado. De momento no ha ocurrido ningún suceso parecido, así que dejaremos esta historia como lo que es, una simple anécdota.

Dejo a vuestra disposición dos vídeos del incidente: el primero con la narración de Martin Haven, de Eurosport, y el segundo, un poco más extenso, con los comentarios de Teledeporte.

 http://www.youtube.com/watch?v=EfQ2jjn0w-s&feature=related (versión Eurosport)

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