viernes, 2 de septiembre de 2011

Los hombres tienen nombre: Tommy Rustad

Los países escandinavos son una tierra en la que los deportes de motor son importantes. La modalidad más seguida, practicada y arraigada en Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca es la de los rallyes, debido a la gran cantidad de pistas de nieve muy deslizantes que hay en dichos países. Aunque también hay espacio para otras superficies: el Rally de Finlandia se disputa en rapidísimas carreteras de tierra. Y en cuanto al asfalto se refiere, hay pocos circuitos en Escandinavia pero sí que hay campeonatos que se abren paso en dichos trazados. El Campeonato Escandinavo de Turismos (STCC), que es la fusión del Campeonato Sueco y del Danés, es la mejor muestra. Y hoy nos toca hablar de un veterano de todas las modalidades del automovilismo, tanto en un circuito como fuera de él.

Nacido en Oslo en 1968, Tommy Rustad encarna el espíritu y las ganas de luchar del piloto de turismos actual. El mundo del automóvil no era extraño en su familia, ya que su padre era Ola Rustad, piloto profesional. Cómo no, el karting fue la disciplina en la que dio sus primeros pasos, pero tras proclamarse campeón nacional se pasó al rallycross, donde se combinan los caminos de tierra y de asfalto, en 1987. Y las cosas empezaron bien para el joven Rustad, ya que se proclamó campeón noruego de rallycross durante seis años seguidos, entre 1987 y 1992. El último año también participó en carreras de la Copa Renault Clio escandinava y de la Fórmula Opel Lotus escandinava.

Empezó a correr con monoplazas en 1993, año en el que se proclamó campeón de la Fórmula Opel Lotus, sumando cinco victorias en nueve carreras y subiendo al podio en todas. Pero en la Copa de Naciones de la misma fórmula solo pudo ser decimoquinto. Al año siguiente, siguió compitiendo en coches de la Fórmula Opel Lotus. El piloto noruego ganó dos carreras de la Euroseries, en la que finalizó quinto. También fue invitado a dos carreras más en Escandinavia, ganando una; y acabó octavo en la Copa de Naciones. Su periplo por la Fórmula Renault comenzó en 1995: ganó una carrera de las dos que corrió en la Fórmula Renault francesa, y sumó tres victorias en la Eurocopa (futura Eurocopa 2.0), para acabar sexto.

Rustad se fue a Italia, para participar en la Fórmula 3 del país transalpino en 1996. Pero la apuesta no salió bien, ya que el noruego no subió al podio y finalizó en la decimocuarta posición final. También participó en dos carreras importantes: fue sexto en el Masters de Zandvoort y decimonoveno en el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 3. Pero la competición que le ayudó a consolidarse se forma definitiva fue la Copa Renault Spider (futuro Trofeo Mégane): acabó como subcampeón en 1996, con dos victorias y cuatro podios; y se proclamó campeón en 1997, dominando el certamen con mano de hierro gracias a seis pole position y siete victorias.

Tommy Rustad cambió de destino y partió hacia el Reino Unido con la intención de participar en el famoso Campeonato Británico de Turismos (BTCC), que se encontraba en una época inmejorable en el año 1998. Rustad participó en el Campeonato de Pilotos Independientes, al volante de un Renault Laguna del equipo DC Cook Motorsport con ayuda del equipo oficial Renault. Ese año los pilotos escandinavos hicieron doblete: el sueco Rickard Rydell ganó el campeonato y Rustad se llevó el trofeo Independiente, en el que ganó cinco carreras y subió al podio en otras quince. Al año siguiente entró en la tercera temporada del Campeonato Sueco, donde fue tercero (tras Mattias Ekström y Fredrik Ekblom) con siete victorias en su Nissan Primera GT. Su poca regularidad le condenó a no ser un candidato serio al campeonato.

El año 2000 fue el mejor en la carrera del piloto noruego. Ganó dos campeonatos de turismos, el Sueco y el Noruego, usando la misma táctica: algunas victorias y regularidad, un factor que no siempre había sido su fuerte, además de usar el Nissan Primera en ambos certámenes. De hecho, solo ganó dos carreras en Suecia pero hizo 12 podios que valieron su peso en oro. Pasó dos temporadas en el Europeo (ETCC), con más pena que gloria. Acabó tercero en el Campeonato de Superproducción en 2001, sumando dos victorias y las últimas cuatro pole position en su categoría. Pero en 2002, cuando decidió hacer el salto al campeonato oficial, los resultados no salieron y Rustad, que solo pudo sumar dos puntos en toda la temporada, dejó el Nissan Primera después de cuatro años y volvió a Suecia.

De vuelta en el STCC, decidió aceptar la oferta de Opel y se convirtió en piloto oficial de la marca alemana durante tres años. Las dos primeras temporadas finalizó en la cuarta posición, con la diferencia de que en 2003 pudo luchar por el título con una sola victoria en su haber; mientras que en 2004, a pesar de ganar dos carreras, se vio sometido al dominio de Richard Göransson. En 2005 ganó la primera carrera e hizo la vuelta rápida, pero ya no volvió a subir al podio y se tuvo que conformar con el octavo puesto. Así pues, después de un mal año, Rustad decidió volver por un momento al rallycross y en 2006 participó en la Copa Europea de Rallycross, auspiciada por la FIA. El piloto noruego no perdió su destreza al volante de un Ford Focus 4X4, y acabó tercero en el campeonato.

Por segunda vez Tommy Rustad volvía a Suecia, y esta vez lo hacía con la lección bien aprendida. De nuevo con un Opel Astra del equipo oficial, ganó la última carrera de la temporada 2007. Aunque fue su único podio del año, sirvió para que terminara undécimo. En 2008 cambió de equipo y se fue a Polestar Racing, el equipo oficial de Volvo. Rustad fue segundo en Mantorp Park por detrás de Thed Björk, y acabó noveno a final de año.

Pero todo dio la vuelta en 2009. Con un Volvo C30 muy fiable y una gran regularidad, Tommy Rustad logró dos pole position, dos vueltas rápidas y cinco victorias que le sirvieron para ganar el campeonato nueve años después; quedó empatado a puntos con Björk, pero el sueco no ganó ninguna carrera. Pero además del título de pilotos, Polestar Racing fue campeón en Constructores, algo que no sucedía desde 1997. Y también participó en la cita británica del Mundial de Turismos, en Brands Hatch, aunque tuvo que abandonar en ambas carreras.

Rustad no pudo defender seriamente el número 1 en 2010. A pesar de lograr tres victorias, solo sumó dos podios más y quedó atrás desde el principio, finalizando la temporada en el séptimo puesto. Este año, se ha encontrado "solo" ante el peligro, ya que su compañero Robert Dahlgren se ha ido al Mundial de Turismos con vistas a hacer la temporada completa en 2012. Pero a Rustad le ha sentado bien el papel de jefe de equipo: la semana pasada ganó su primera carrera de la temporada en Jyllands-Ringen, y acumula otros cuatro podios. A falta de dos certámenes, aún tiene opciones de victoria, ya que se encuentra tercero, a 20 puntos de Rickard Rydell y a 31 del líder, Fredrik Ekblom.

En resumen, que Tommy Rustad es otro ejemplo más de la generación de pilotos de turismo actual: hombres entrados en carnes, con experiencia y con ganas de seguir arriba. Mañana Rustad cumplirá 43 años, pero el hecho de cumplir años y seguir compitiendo, que pasa factura a hombres como Michael Schumacher en la Fórmula 1 o Loris Capirossi en las motos, no es malo si se conduce un coche de turismo o de resistencia. Rustad aún no ha dicho su última palabra, quedan cuatro carreras y todo puede suceder.

Y el martes en "Los hombres tienen nombre", Vitaly Petrov, el cohete ruso que trae dinero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario