viernes, 8 de julio de 2011

Los hombres tienen nombre: Paul di Resta

En los deportes de motor no es difícil encontrar sagas familiares. Más de un padre ha inculcado su pasión por los coches a sus retoños, que han seguido sus pasos con mayor o menor éxito. Nombres como Hill (Graham y Damon), Villeneuve (Gilles y Jacques), Foyt (A.J., Larry y A.J. IV) o Andretti (Mario, Aldo, Michael, John, Jeff, Adam y Marco) se han hecho populares entre los aficionados. También se encuentran hermanos como los Fittipaldi (Wilson y Emerson), los Stewart (Jimmy y Jackie) y, más recientemente, los Schumacher (Ralf y Michael). Pero hoy nos toca hablar de un hombre que, aunque pertenece a una familia con mucha relación con el mundo del motor, ha decidido ir por su cuenta.

Nacido en Livingston en 1986, Paul di Resta es uno de los cinco debutantes de la Fórmula 1 en 2011. Su bisabuelo fue Dario Resta, un piloto italiano criado deportivamente en el Reino Unido, ganador de las 500 millas de Indianápolis en 1916 y fallecido en un accidente en Brooklands en 1924; y sus primos son los hermanos Franchitti: Marino, piloto de GT, de coches de resistencia, y participante las 24 horas de Le Mans y de la American Le Mans Series; y Dario, ex piloto del DTM y de la NASCAR, ocasional corredor de carreras de resistencia, subcampeón de la CART en 1999 y campeón de la IndyCar en 2007, 2009 y 2010. Siguiendo el ejemplo de sus primos, que ya hacían sus primeros pasos en diferentes categorías, di Resta se inscribió en karts a los 8 años, destacando desde el comienzo.

Su primera competición de monoplazas fue la Fórmula Renault británica, de la que fue séptimo en 2003 (con una victoria, en Oulton Park). Al año siguiente, se quedó en el mismo campeonato, siendo tercero tras Mike Conway y Westley Barber (con cuatro victorias y nueve podios en veinte carreras). En las filas del equipo Manor Motorsport, ese mismo 2004 participó en tres carreras de la Fórmula Renault 2.0, siendo tercero en Donington Park, y en el Superprix de Bahréin, donde abandonó. Todos estos méritos le valieron para lograr el premio que entregan Autosport, McLaren y el BRDC.

La Fórmula 3 Euroseries fue su siguiente destino, siempre con Manor. Ya en la órbita de Mercedes, en 2005 logró un podio (en Norisring) y tres pole position, acabando décimo en la clasificación final. También formó parte del Masters de Zandvoort, en el que fue cuarto, detrás de futuros pilotos de Fórmula 1 como Lewis Hamilton, Adrian Sutil y Lucas di Grassi. Pero en 2006 se fue al equipo ART, que era el más destacado en esta categoría y también en la GP2. Con cinco victorias y una regularidad asombrosa, di Resta ganó el campeonato, por delante de Sebastian Vettel. En cuanto a las carreras de un día, ganó el Masters de Zandvoort por delante de Giedo van der Garde y Sébastien Buemi, pero abandonó en el Gran Premio de Macao.

A pesar de ganar la Fórmula 3, Mercedes decidió ponerle a prueba en el DTM, el campeonato de turismos más popular de Europa. 2007 fue el año de la revelación de Paul di Resta en los turismos. En el equipo Persson Motorsport, y con un Clase C de dos años de antigüedad, el piloto escocés fue capaz de sumar cuatro podios (dos segundos puestos en Oschersleben y Lausitzring y dos terceros en Mugello y Montmeló) y de finalizar quinto al final. La retirada de Mika Häkkinen y su buen hacer le garantizaron un coche oficial para la temporada 2008. Tras ganar en Lausitzring, se puso a tres puntos del alemán Timo Scheider, pero se fue de vacaciones siete puntos por detrás.

En Le Mans, la penúltima cita, se la jugó al principio, calzando neumáticos de lluvia sobre una superficie húmeda que se secaba a marchas forzadas. Pero más tarde, la táctica de Mercedes dio sus frutos cuando el escocés hizo la segunda parada obligatoria, en la que puso neumáticos de agua. Ese hecho y la mayor cantidad de lluvia que caía sobre el circuito francés obligó a todos los pilotos a seguir sus pasos. Así, di Resta pasó de tener el campeonato casi perdido a reavivarlo de nuevo y con más intensidad. La última cita, en Hockenheim, no fue suficiente, ya que Scheider no se puso nervioso y ganó con autoridad, llevándose el campeonato con cuatro puntos de ventaja sobre un di Resta caballeroso, que no tuvo reparos en aceptar la derrota, a pesar de haber sumado dos victorias y siete podios.

2009 fue un año decepcionante, después de ser el jefe de filas y principal aspirante de Mercedes durante el año anterior. El piloto escocés hizo buenos resultados, pero no subió al podio hasta su victoria en Brands Hatch, a principios de septiembre. Tras perder el tren de la lucha por el título, di Resta se centró en correr sin la presión del aspirante. Gracias a un segundo en Dijon y un tercero en Hockenheim, subió a la tercera posición final, por detrás de Scheider y de Gary Paffett. Las tornas se invirtieron en 2010, el año del dominio total de Mercedes. De nuevo el comienzo de año fue discreto, pero poco a poco se acostumbró a subir al podio. Y aunque perdió una victoria más que segura en Lausitzring por culpa de una rueda mal ajustada en su parada en boxes, Paul di Resta fue constante hasta el punto de lograr tres victorias consecutivas en Brands Hatch, Oschersleben y Hockenheim y ponerse líder con tres puntos de ventaja sobre Bruno Spengler a falta de dos carreras para el final.

La penúltima cita, en el circuito italiano de Adria, iba a jugar a jugar en contra de di Resta. Fue noveno, en una carrera accidentada bajo la lluvia, con dos toques por parte de Mike Rockenfeller y Miguel Molina y unas últimas vueltas de infarto sin agarre en la parte trasera. Spengler fue tercero y se fue a la cita decisiva, en Shanghai, tres puntos por delante. Pero en la metrópoli china, el canadiense se accidentó en la sesión de calificación del sábado, viéndose obligado a salir el último en un circuito muy estrecho y lleno de baches, mientras veía como di Resta hacía la pole position. El piloto de Livingston se despreocupó, corriendo sin presión hacia el campeonato, cediendo la victoria a Paffett, y viendo como un frustrado Spengler acababa decimotercero, lejos de la zona de puntos. Al final, Paul di Resta ganó el DTM en su cuarta temporada, con cuatro puntos sobre Paffett y cinco sobre Spengler.

Tras ser probador del equipo en 2010, Force India decidió contratarle para esta temporada, aconsejada por Mercedes. Puntuó en sus dos primeros grandes premios, con sendos decimos puestos en Australia y Malasia. Mercedes se ha planteado subir a di Resta al equipo de Ross Brawn, debido a sus buenas actuaciones. El Force India se le está quedando pequeño y está igualado en la contienda con su compañero de equipo, Adrian Sutil. En resumen, Paul di Resta es una de las grandes promesas de los últimos años, y no sería de extrañar si lograra un volante en un equipo más grande. Ganar a un talento como Vettel en las categorías inferiores da mucho lustre, y aunque ha llegado a una edad relativamente tardía para lo que se estila en la Fórmula 1 en la actualidad (25 años), di Resta dará mucho de qué hablar próximamente.

Y el martes en "Los hombres tienen nombre", Sergio Pérez, el protagonista del accidente del año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario