martes, 12 de julio de 2011

Los hombres tienen nombre: Sergio Pérez

México es un país en el que los deportes de motor juegan un papel parecido al que tienen en España. Son conocidos, hay circuitos, pero las gradas no siempre se llenan. Un buen piloto es lo que necesitan para destacar de nuevo a nivel internacional. Nombres como Germán Quiroga, Jorge Goeters, Rogelio López y los hermanos Carlos y Rubén Pardo en la NASCAR mexicana, Luis Díaz en la American Le Mans Series, Memo Gidley y Memo Rojas en la Rolex Sports Car Series; Mario Domínguez, Adrián Fernández y la familia Jourdain (Bernard, Michel senior y Michel junior) en la Champ Car, Juan Pablo García  en la Indy Lights, Pablo Sánchez López en la GP3 y Esteban Gutiérrez en la GP2 han llevado la bandera mexicana a lo más alto en sus respectivas competiciones en los últimos años. Pero hoy es el turno de hablar del hombre en el que el país se ha apoyado para que la Fórmula 1 regrese.

Nacido en Guadalajara en 1990, Sergio Pérez es la nueva promesa del automovilismo mexicano. Telmex, una de las empresas de telecomunicaciones más poderosas del mundo ha apoyado a "Checo", que se ha convertido en el quinto mexicano en lograr un volante en Fórmula 1. Moisés Solana disputó varios Grandes Premios de México y de Estados Unidos de forma aislada entre 1963 y 1968 con BRM, Lotus y Cooper; un décimo puesto fue su mejor resultado. Héctor Rebaque fue un piloto amateur que intentó lograr resultados con su propio equipo, pero que no tuvo el éxito de hombres como John Surtees o Jack Brabham. Tras lograr un punto en tres años con su vehículo de fabricación propia, se incorporó al equipo Brabham a finales de 1980, y permaneció en 1981, año en el que logró buenos resultados y una décima posición en la clasificación final. Pero un pujante Riccardo Patrese impidió su continuidad. Y luego están los hermanos Rodríguez, los dos mitos que vivieron poco.

Ricardo, el hermano menor, empezó en los turismos antes de probar suerte en la resistencia, siendo segundo en Le Mans en 1960 con solo 18 años. Enzo Ferrari le echó el ojo y le fichó de cara a la temporada 1962. Tras ganar la Targa Florio, Ricardo se fue a México a disputar el gran premio de casa con un Lotus, ya que Ferrari decidió no presentarse a esta prueba al no ser puntuable para el mundial. Para disgusto de los aficionados, su historia terminó ahí, ya que murió en los entrenamientos debido a un accidente, por culpa de un problema de suspensión cuando trazaba en la peligrosa curva Peraltada.

Pedro tuvo mucho éxito en Le Mans, donde participó en 14 ocasiones, ganando con un Ford GT40 en 1968. Ganó también otras carreras como la Targa Florio, las 24 horas de Daytona o los 1000 Kilómetros de Monza. Pedro sí que llegó a correr en Fórmula 1, con Lotus, Cooper, Ferrari y BRM, y logró dos victorias: Sudáfrica 1967 (Cooper) y Bélgica 1970 (BRM). Pero su trayectoria se vio cortada por un accidente mortal, al quedarse sin frenos e impactar contra las barreras en las 200 millas de Norisring en 1971.

Sergio "Checo" Pérez ganó varios campeonatos de karting y pasó al campeonato Nacional organizado por la escuela de Skip Barber en 2004. El año fue discreto, con un podio y un undécimo lugar en la general. Telmex le llevó entonces a Europa, concretamente a la Fórmula BMW alemana. En 2005, en las filas del equipo Rosberg, acabó decimocuarto en una temporada mala. Sin embargo, los resultados llegaron en 2006, ya en las filas del equipo Mücke Motorsport. Pérez fue sexto, con dos terceros puestos en su haber (Zandvoort y Oschersleben).

Le esperaba otro escenario más duro: Gran Bretaña. Allí, en la estructura del equipo T-Sport, ganó la categoría Nacional, logrando 14 victorias y 19 podios en 22 carreras disputadas, además de una ventaja de más de cien puntos sobre el segundo clasificado, Congfu Cheng. Después de un triunfal 2007, en 2008 Pérez siguió en T-Sport pero corrió con un coche oficial, para optar al campeonato. Aunque ganó cuatro carreras e hizo siete podios, un mal final de temporada condenó sus opciones y el mexicano fue cuarto, por detrás de futuros rivales como Brendon Hartley, Oliver Turvey y Jaime Alguersuari.

Su éxito en Inglaterra le puso en la órbita de varios equipos de GP2. Empezó con el equipo Campos Racing en la GP2 Asia 2008-09, en la que fue séptimo, con dos victorias. Para las carreras europeas de GP2, fichó por el equipo Arden. Puntuó poco, solo en seis ocasiones, pero consiguió dos podios gracias a los cuales fue duodécimo y superó a su compañero de equipo, Edoardo Mortara. De cara a 2010, se fue a Barwa Addax, el nuevo nombre del equipo de Adrián Campos. Participó en dos de las cuatro citas de la serie asiática, siendo decimoquinto en la clasificación final. Pero la temporada europea fue mucho mejor. Pérez ganó cinco carreras y fue subcampeón, detrás de Pastor Maldonado.

Su buen papel en la GP2 y el patrocinio multimillonario de Telmex convencieron a Peter Sauber, que le contrató para 2011. Ese anuncio provocó que una avalancha de empresas mexicanas quisieran patrocinar al primer piloto de Fórmula 1 mexicano en 30 años. La compañía telefónica Claro, propiedad de Telmex, la aseguradora Interprotección y la marca de tequilas Cuervo fueron las afortunadas. Con un apoyo económico grande y mucho futuro por delante, Sergio Pérez puntuó en su debut en Australia, donde logró el séptimo puesto. Pero los dos Sauber fueron descalificados por correr con el alerón trasero más bajo de lo permitido.
Tras varias carreras discretas, Pérez sumó sus primeros puntos en España, donde fue noveno, superando a su compañero Kamui Kobayashi.

Y entonces llegó el escalofriante accidente en Mónaco. El mexicano perdió el control del Sauber fuera del túnel, a unos 290 km/h, e impactó con las barreras de protección. Hubo minutos de incertidumbre, pero Pérez solo sufrió una contusión, que le impidió disputar la carrera. En el Gran Premio siguiente, en Canadá, no se encontró bien después de la primera sesión de entrenamientos libres y se vio obligado a dejar el volante a Pedro Martínez de la Rosa. De vuelta a la acción en Valencia, estuvo cerca de entrar en los puntos en la ciudad levantina, hecho que logró en Silverstone, con un meritorio séptimo puesto, y persiguiendo al Mercedes de Nico Rosberg (un coche teóricamente superior) durante toda la carrera.

Ha pasado mucho tiempo pero ahora las cosas pueden cambiar. Pedro y Ricardo Rodríguez eran grandes pilotos que no fueron campeones del mundo por culpa de los accidentes. Cuarenta años después de sus gestas, "Checo" Pérez parece en disposición de aceptar el reto. El dinero de Telmex le ha ayudado, pero lo ha hecho tanto como su talento al volante. Además, formar parte de la Academia de Jóvenes Pilotos de Ferrari la abrirá aún más puertas, así que no descarten verle en un monoplaza rojo junto a Fernando Alonso dentro de unos años. Que empiece el espectáculo.

Y el viernes en "Los hombres tienen nombre", Nico Hülkenberg, el hombre que no tenía dinero y se quedó sin volante.

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